El contundente triunfo de Axel Kicillof (51,9%) sobre María Eugenia Vidal (36,2%), sin lugar a dudas fue el principal espaldarazo que recibió Alberto Fernández para convertirse en el futuro presidente argentino a partir del 10 de diciembre próximo.
Y salvo seis distritos (CABA, Córdoba, Mendoza, San Luis, Santa Fe y Entre Ríos), el resto del país confirmó su apoyo al Frente de Todos.
En tanto, la remontada de Juntos por el Cambio, que finalmente logrará un porcentaje de alrededor del 40%, tiene su explicación en los triunfos logrados por la fórmula Mauricio Macri – Miguel Ángel Pichetto en algunos distritos claves.
Sin lugar a dudas, Horacio Rodríguez Larreta, reelecto en la ciudad de Buenos Aires, fue quien más votos aportó para el todavía oficialismo, al haber logrado el 55% de los sufragios, frente al 35,47% que logró el candidato del Frente de Todos, Matías Lammens.
Otro tanto ocurrió en la provincia de Mendoza, donde la fórmula presidencial de Juntos por el Cambio sumó el 50%, mientras que el Frente de Todos alcanzó el 37,8%.
Mientras, la mayor diferencia a favor de Macri, tal como había ocurrido en las elecciones de 2015, tuvo como escenario a la provincia de Córdoba: ahí, Juntos por el Cambio llegó al 61,4% de los votos, frente al 29,2% del FDT.
Otro triunfo del todavía oficialismo se registró en San Luis, donde Macri logró el 45,1%, mientras que Alberto Fernández obtuvo el 41,6% de los sufragios.
En Santa Fe, Juntos por el Cambio alcanzó el 43,5% de los votos, ante al 42,7% del Frente de Todos.
Por último, en Entre Ríos fue la otra provincia donde se registró la victoria de Macri – Pichetto, con el 44,5%, mientras que Fernández – Fernández alcanzó el 44,3%.