“Esta sociedad no puede sentirse digna si en su seno hay gente que pasa hambre. Vamos a arremangarnos todos para que en la Argentina nadie más pase hambre. No va a ser el éxito de un Gobierno, va a ser el éxito de toda la Argentina”. Con estas palabras, Alberto Fernández brindó su primer discurso como presidente electo.
Fue en el acto de asunción del gobernador de Tucumán, Juan Manzur, oportunidad en la que advirtió que “vamos a enfrentar un tiempo complejo, porque tenemos que garantizar los derechos básicos, y volver a poner en marcha a la Argentina en un escenario complejo, un escenario de alto endeudamiento”.
Fue ahí que lanzó una dura crítica contra el gobierno saliente de Mauricio Macri, al sostener que “el mayor daño que hizo todo este tiempo fue precisamente condenar a la pobreza a cuatro de cada diez argentinos. Por primera vez en mucho tiempo volvimos a escuchar la palabra hambre entre nosotros”.
Fernández destacó que “si algo nos hizo distintos en América Latina es que siempre garantizamos el derecho a los que trabajan, el derecho a educarse y el derecho a la salud pública”.
Y agregó: “Y de repente, no sé cómo pasó, pero hace cuatro años que vienen insistiendo en que para que la Argentina progrese hay que quitar esos derechos. No conozco ninguna sociedad que se haga fuerte perdiendo derechos. No conozco una Argentina que progrese si se le privan derechos a los que trabajan”, relató Fernández.
Durante su discurso, señaló que “muchos me preguntan cómo encaro el futuro, y les contesto, convencido de que vamos a ponernos de pie, porque somos un país que muchas veces lo ha hecho, porque necesitamos recuperar lo mejor que tenemos que es nuestra dignidad. Vamos a hacer la Argentina federal que todavía no se construyó”, dijo rodeado de gobernadores y sindicalistas.
El presidente electo sostuvo: “Quiero que todo argentino pueda encontrar en el lugar donde nació un lugar donde crecer, estudiar, encontrar un trabajo, y que en el mismo lugar donde nació un día pueda morir feliz, y que pueda vivir feliz allí”.
Y ya sobre el final, anticipó: “Vamos a ser un país gobernado por un presidente y 24 gobernadores. Vamos a hacer la Argentina federal, no va a ser un discurso, va a ser una realidad”.