Después de su derrota del domingo, al menos en el corto plazo Mauricio Macri volverá al mundo que realmente conoce y por el que se apasiona: el fútbol, y específicamente al club de sus amores, Boca Juniors, aunque no lo hará en un rol protagónico, sino más bien desde las sombras, para ejercer desde ahí su influencia a la hora de diseñar los pasos de la institución.
Por eso mismo, la próxima semana se reunirá en la Casa de Gobierno con el presidente de Boca, su amigo y operador judicial Daniel Angelici, y con el candidato del oficialismo, Christian Gribaudo, el dirigente que pretende suceder al “Tano”, y que responde al vicejefe de Gabinete y secretario de Gobierno de Modernización, Andrés Ibarra, quien ya se desempeñó como gerente general del club.
El hecho es que Macri ya confirmó a sus íntimos su idea de volver al mundo xeneize, por lo que analizará junto a sus colaboradores la forma más clara de recuperar poder y apuntar sus cañones hacia la Superliga o a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).
Su objetivo será insistir con la privatización de las entidades sin fines de lucro, o sea, los clubes. Mientras tanto, en la oposición a la actual gestión boquense, se siguen reuniendo con la finalidad de poder volcar la balanza y, aprovechando el viento triunfalista de Frente de Todos, poder quedarse con el poder en el club.
Otro punto para tener en cuenta son los funcionarios de Juntos por el Cambio que deberán dejar sus cargos en la Nación y en la Provincia de Buenos Aires y que podrían recaer en la lista oficialista de Boca. Gustavo Ferrari, ministro de Justicia bonaerense, es uno de ellos.
Teniendo en cuenta la proximidad de las elecciones en Boca, que serán el 8 de diciembre, Macri se reunió la semana pasada con uno de los candidatos, José Beraldi, enfrentado con Angelici. El todavía presidente le pidió que declinara su postulación. Pero la posibilidad es una opción que Beraldi no descarta ni mucho menos.
Macri también quiere reunirse con otro referente de la vereda de enfrente, el ex titular Jorge Amor Ameal, quien aspira a suceder a Angelici. Ameal ya avisó que no tiene problemas en ingresar a la Casa Rosada, aunque el mensaje que hizo llegar fue claro: “no me bajo”. Su vice, Mario Pergolini, fue el que habló con Juan Román Riquelme para que se sumara a la vida política de la institución para los próximos comicios.
Pero durante una serie de encuentros entre los dirigentes del oficialismo surgió una duda: ¿es conveniente la presencia de Mauricio Macri después de su derrota en la elección nacional? Algunos hombres de Gribaudo creen que puede ser un boomerng a la hora de emitir un voto.
Sin embargo, la historia de Macri en Boca es fuerte y desde la Casa Rosada piensan en un nuevo impulso desde el fútbol para volver a conquistar lo que se perdió el domingo.