Ya asumida la derrota electoral del último domingo, los principales referentes de Juntos por el Cambio analizan y discuten acaloradamente cómo plantarse y de qué manera seguir después del 10 de diciembre, cuando asuma Alberto Fernández y Mauricio Macri abandone el poder.
Cuando piensa en su futuro, el presidente recurre a la experiencia de su amigo, el por estos días tan castigado mandatario chileno Sebastián Piñera, fantaseando con una vuelta al poder en cuatro años, a partir de apostar por el fracaso de un gobierno del Frente de Todos.
Mientras tanto, Macri no puede ocultar su enojo con quienes fueron dos de su más históricos y férreos aliados, como Horacio Rodríguez Larreta y María Eugenia Vidal.
Para el post-macrismo, mantener el control de la Ciudad de Buenos Aires resulta indispensable, ya que de hecho será la única caja disponible para intentar la resurrección.
Y en ese esquema del post-macrismo hay una mesa directiva que empezó a reunirse en cenas y encuentros informales. La componen, por supuesto, quien sería el nuevo líder, Rodríguez Larreta, además de Diego Santilli, Cristian Ritondo, Rogelio Frigerio, Emilio Monzó y Jorge Macri, quien lidera a una serie de intendentes del conurbano y a la dirigencia de los “sin territorio”. También, naturalmente, Vidal forma parte de la conducción, muy próxima en jerarquía al jefe de Gobierno porteño.
Y en cuanto a ese futuro que imagina, el todavía presidente, envalentonado por el 40 % que cosechó en las elecciones, le comenta a sus allegados estar seguro de que la clase media volverá a estar de su lado, cuando entienda que Fernández no garantiza su recuperación económica. Además, está seguro de que la pelea interna con Cristina Kirchner ayudará en esa dirección.
Por eso mismo, y ante la ausencia absoluta de buenas noticias, a Macri sólo le queda fantasear con seguir los pasos de su amigo Piñera, que dejó la presidencia en Chile allá por 2014, con un generalizado rechazo y cuestionado por la opinión pública. Sin embargo, y a pesar de un escenario tan adverso, se juramentó volver al poder, y fue así que el año pasado sucedió -de nuevo- a Michelle Bachelet.
Y en el mientras tanto, el presidente se piensa como líder de la oposición frente a un gobierno de los Fernández. Más allá de que públicamente por estos días intenta mostrarse entero y en calma, quienes lo conocen dicen que podría ser un duelo de meses, a la espera de volver “a la cancha” cuando considere que es el momento indicado. Pero siempre, apostando por un desgaste del gobierno del Frente de Todos.
En otras palabras, y más allá de su estado de ánimo, o de lo que serían sus primeros pasos fuera del poder, Macri no se imagina fuera del escenario de la política.
3 Comentarios
En USA habilitan el Juicio Político a Trump …
( aqui todavía tenemos tiempo hasta el 10 de diciembre ) …
Jajaja.. no va a pasar NADA. Alcentro Fernandez ya avaló el vergozoso FRAUDE electoral y les permitió perder la mayoría en ambas cámaras asique va estar todo bien…
Intenté ser irónico, por eso entre paréntesis …
A propósito : De donde salieron los 2.000.000 de ” nuevos votos m ” ?.