El gobierno de Mauricio Macri optó por no repudiar formalmente las graves declaraciones del presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ni las del canciller del país vecino, Ernesto Araújo, a pesar del tono agraviante no sólo contra Alberto Fernández, sino contra el conjunto del pueblo argentino.
Sin llegar a la condena explícita, la administración macrista sólo deslizó una más que tibia postura, al considerar “inapropiadas” las declaraciones de Bolsonaro, y las de su hijo y asesor, Eduardo, quien se burló en las redes sociales de Estanislao, el hijo del mandatario electo.
Y tan débil es el posicionamiento del gobierno, que el reclamo en cuestión fue transmitido a título personal (y no de Cancillería) por el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Faurie, al embajador de Brasil en Aragentina, Sergio Danese, a quien le escribió sobre “la conveniencia de que ciertas frases se manejen con mayor prudencia”.
“No va a haber un comunicado de repudio. No todavía. Creo que las acciones de repudio como hecho público solamente van a construir una división mayor. Más allá de marcar que esto no es protocolarmente correcto, tenemos que buscar la manera de que el gobierno de Bolsonaro mantenga un diálogo fluido con las autoridades electas de la Argentina”, anunció el canciller.
En tanto, en diálogo con radio La Red, y si bien explicó que las autoridades brasileñas “tienen una visión un tanto más sanguínea” de la diplomacia, el canciller sugirió “evitar magnificar estas cuestiones”.
“Mantenemos un diálogo con Brasil que es importante. Creo que lo importante acá es que se construya un canal de diálogo que será imprescindible para el mantenimiento de los vínculos que hoy tenemos, el dinamismo del Mercosur y la apertura comercial al mundo. No es confrontando que vamos a lograr esta vinculación”, agregó.
Faurie planteó que Brasil y Argentina “son socios estratégicos en una enorme cantidad de temas, sobre todo en el campo económico y comercial”, por lo que “ambos países tienen que tener un diálogo de gran razonabilidad, construcción y mirar los aspectos positivos”.
Agregó que “el principal trabajo es mantener abiertos todos los canales de diálogo y construir en positivo, no generando un episodio que tiene que ver con ‘fuegos artificiales pero no con la realidad. Argentina y Brasil tienen que entenderse”.
Tras el triunfo de Fernández el domingo pasado, Bolsonaro dijo que los argentinos “eligieron mal” y aseguró que no pensaba felicitar al presidente electo de la Argentina, principal socio comercial de Brasil. “Nos preparamos para lo peor”, afirmó. Horas antes, Fernández había reclamado por la libertad del ex mandatario brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
Por su parte, el canciller del vecino país, Ernesto Araújo, dijo que “las fuerzas del mal” festejaron la victoria del kirchnerismo. Y advirtió que vislumbra en la Argentina un modelo de “cierre comercial, modelo económico retrógrado y apoyo a las dictaduras”.
Para Faurie, las declaraciones de Araújo “tienen que ver con una posición crítica que han mantenido” la administración de Bolsonaro sobre Cristina Kirchner, aliada de Lula.
Respecto del ataque del hijo de Bolsonaro contra Estanislao Fernández, hijo de Alberto, Faurie respondió: “Tenga la certeza de que tengo claro que no se puede discriminar a nadie. Y Macri ha tenido un compromiso de no discriminar por ninguna razón, ni de ideas, pensamiento o género. Ahora ya veremos cómo manejamos el mecanismo para transmitir la incomodad”.
2 Comentarios
Es un pelotudo mas como el presidente brasilero…andate..macri.
Lo unico que hicieron en este gobierno fue bajarse los pantalones con todos , si no preguntenle a los ingleses