Después de reunirse con el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, Alberto Fernández reivindicó especialmente las figuras de los ex mandatarios Rafael Correa (Ecuador), Lula Da Silva (Brasil) y Cristina Kirchner, a quienes consideró como “los líderes populares más afectados por la persecución política y judicial denominada “Lawfare”.
Como cierre de su primera gira internacional como presidente electo, y con un emotivo discurso en la Universidad Nacional de México, Fernández recordó la “década progresista” que protagonizó como jefe de Gabinete argentino, y que tuvo como máximos exponentes a Rafael Correa en Ecuador, a Néstor y Cristina en Argentina, a Michelle Bachelet en Chile, a Evo Morales en Bolivia y a Lula en Brasil. “Lula libre, no nos olvidemos”, exclamó al pronunciar el nombre del ex presidente, preso y perseguido en su país.
“Pero eso que pasó con Lula pasó en todo el continente -continuó Alberto-, pasó en Argentina, en Uruguay, pasó en Bolivia. ¿Qué es lo que no le perdonan a Evo? Que cambió la estructura económica de Bolivia y permitió que sea un país ejemplo en América Latina, que no deja de crecer, que tiene superávit fiscal y que da más igualdad de oportunidades a todos los bolivianos”.
El presidente electo también recordó cómo terminó aquel giro a la izquierda de las naciones latinoamericanas: “Esos años lamentablemente terminaron con una enorme acción sobre los líderes progresistas del continente. Los tres más afectados fueron Correa, Lula y Cristina Kirchner. Todos víctimas de un sistema judicial que articularon para perseguir a los líderes populares. Correa terminó exiliado, Lula preso y Cristina amenazada sistemáticamente”, enumeró.
Y seguidamente diferenció el caso de su compañera de fórmula y actual vicepresidenta electa: “No pudieron avanzar contra ella porque sus mentiras fueron muchas, no pudieron avanzar porque las pruebas eran inexistentes, no pudieron avanzar porque el pueblo la eligió y le dio fueros, y no pudieron avanzar porque atrás estaba el peronismo”.
Por último, Alberto destacó: “Éramos una patria grande. Inexplicablemente terminamos divididos. Y en la división, alguien se aprovechó de nosotros. Seguimos teniendo la posibilidad de construir una América latina más igualitaria, con independencia y autonomía, no hemos perdido la oportunidad. Eso es lo que nos quieren hacer creer. Estamos de pie, hemos vuelto, vamos a hacer lo que debemos”.