La derrota electoral y la presión de Axel Kicillof obligaron a María Eugenia Vidal a dar marcha atrás con los pliegos de los 42 jueces y fiscales que planeaba aprobar en soledad con la mayoría automática de Cambiemos en el Senado bonaerense, antes de terminar su mandato.
El tema fue uno de los ejes principales de la primera reunión de transición entre el vicegobernador Daniel Salvador y su sucesora, Verónica Magario, que se llevó adelante el viernes posterior a las elecciones. Allí, la intendenta de La Matanza le pidió que el oficialismo no avanzara con las polémicas designaciones y, ahora, Vidal decidió que los pliegos vuelvan a poder del Ejecutivo para que formen parte de la transición con Kicillof.
Las designaciones de 42 jueces y fiscales quedaron en el ojo de la tormenta ya que Vidal decidió apurar el trámite tras su derrota en las PASO y preparó el terreno para aprobarlos con su mayoría automática. La oposición leyó en la maniobra un intento de la mandataria por blindarse judicialmente ante futuras causas en su contra cuando deje el poder, en diciembre. Pero además, la oposición puso la lupa bajo los pliegos para ocupar dos vacantes en el Tribunal de Casación Penal, la instancia máxima en materia penal en la provincia.
El Ejecutivo proponía para ocupar esos dos lugares a Ana Julia Biasotti y Francisco Pont Vergés, dos funcionarios ligados al procurador general de la Suprema Corte de Justicia, Julio Conte Grand. En el caso de Pont Vergés, además, se trata de un funcionario cuestionado por violar los DD.HH.: tanto la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) y el Comité Nacional para la Prevención de la Tortura rechazaron su postulación por asegurar que carece de idoneidad y que actuó en contra de los derechos humanos en el caso de una mujer trans que fue torturada en una cárcel bonaerense y quedó parapléjica por falta de atención médica. Incluso la ONG Abogados por la Justicia Social (AJUS) pidió a la Justicia que el pliego de Pont Vergés vuelva al Ejecutivo para ser revisado.
Ahora, en plena transición, Vidal aceptó no avanzar con lo pliegos en el Senado -pese a que podría aprobarlos con mayoría simple- y dejar que el tema forme parte de la negociación con Kicillof. Los pliegos volverán entonces a manos del Ejecutivo para definir nuevos nombres, según confiaron fuentes oficiales.