En una misma línea de coincidencia respecto a lo que viene advirtiendo el kirchnerismo, hoy el Papa Francisco criticó con dureza el “uso arbitrario” de la prisión preventiva, al tiempo que denunció el “lawfare” (ataque judicial y mediático) contra dirigentes políticos, con la excusa de la lucha anticorrupción.
La advertencia del Sumo Pontífice se registra en medio de la persecución política que viven referentes de la región en general, como así también dirigentes del anterior gobierno o de movimientos sociales.
Y por supuesto, no deja de llamar la atención que las palabras del Papa se hayan registrado horas después de que el Congreso argentino limitara las prisiones preventivas,
En un discurso que pronunció ante juristas que participan de un Congreso Mundial de la Asociación Penal Internacional de Derecho Penal, Francisco dio su visión sobre el “estado actual” de la materia, y se enfocó en los “abusos del poder punitivo”.
“En nuestro encuentro anterior señalé con preocupación el uso arbitrario de la prisión preventiva. Lamentablemente, en los años transcurridos desde entonces, la situación se ha agravado en algunos países y regiones donde el número de detenidos sin condena ya supera ampliamente el cincuenta por ciento de la población carcelaria”, les dijo al inaugurar la reunión.
“Este fenómeno contribuye al deterioro de las condiciones de detención y es causa de un uso indebido de destacamentos de policía y militares para esos fines”, lamentó el Papa, en un evento en el que estuvo presente, como único argentino, el jurista Roberto Carlés, quien en 2015 fue propuesto por Cristina Kirchner para integrar la Corte Suprema, aunque finalmente no logró acceder a ese cargo.
“El encarcelamiento preventivo, cuando es impuesto sin que se verifiquen las circunstancias excepcionales que lo habilitan, o por un período excesivo, vulnera la presunción de inocencia y el principio según el cual todo imputado debe ser tratado como inocente hasta que una condena firme establezca su culpabilidad”, aseguró el jefe de la Iglesia Católica.
En tanto, dedicó uno de los puntos de su discurso al denominado lawfare, y planteó que “se verifica periódicamente que se ha recurrido a imputaciones falsas contra dirigentes políticos, promovidas concertadamente por medios de comunicación, adversarios y órganos judiciales colonizados”.
“De este modo -agregó-, con las herramientas propias del lawfar, se instrumentaliza la siempre necesaria lucha contra la corrupción con el único fin de combatir gobiernos que no son del agrado, retacear derechos sociales y promover un sentimiento de antipolítica del que solo se benefician quienes aspiran a ejercer liderazgos autoritarios”, denunció.
Como caso opuesto, y en una obvia referencia a Mauricio Macri, Bergoglio sostuvo que “es curioso que la utilización de paraísos fiscales, instrumento al que se recurre para encubrir toda clase de delitos, no sea percibida como un hecho de corrupción y de criminalidad organizada”.
“En forma análoga, fenómenos masivos de captación de fondos públicos pasan desapercibidos o son minimizados como si se tratara de meros conflictos de interés”, afirmó.
En esa dirección, el Papa enmarcó su discurso considerando que “el capital financiero global es responsable no solo de graves delitos contra la propiedad sino también de delitos contra las personas y el ambiente”.
Y planteó que “se trata de una auténtica criminalidad organizada que es responsable, entre otras cosas, del sobreendeudamiento de los estados soberanos y de la depredación de los recursos naturales de nuestro planeta”.
1 comentario
Pero …
Mauricio ya se va …
En qué lo afectaría el Lawfare ?
Ah !
Ya entendí!
Mauri y Jorge, un sólo corazón !