Cómo funciona la campaña para esmerilar a Kicillof

Por Alfredo Silletta. No hay día que un intendente de la provincia de Buenos Aires no Ingrese al búnker de Axel Kicillof en la calle Piedras al 100. La relación es óptima pese a que todos los días los medios hegemónicos bombardeen que la relación entre el gobernador electo y los jefes comunales está rota. Quienes lo visitan a Kicillof siempre se van con la misma respuesta: “los quiero a todos dentro de la gestión, quiero que sean mis ojos en cada barrio de la provincia, que me llamen a la hora que sea para poder resolver los problemas de la gente, esa será mi impronta de gestión”.

No solo la relación con los jefes comunales es buena, sino también con Sergio Massa y La Cámpora. La relación con Andrés “Cuervo” Larroque y con Máximo Kirchner es muy buena, siempre lo fue y hablan con el lenguaje de una misma generación que hace política con la idea fija de hacer un país más justo. “Lo de Sergio Massa es otra mentira, Axel habla más de lo que se imaginan con Sergio”, dice una fuente muy cercana al gobernador electo.

Otro caso paradigmático para esmerilar al  futuro gobernador es que Verónica Magario está “para controlarlo” y “muy enojada” porque quedó afuera de las negociaciones. Esta semana hubo una reunión, que no había circulado en la prensa hasta que este portal lo contó, que fue un encuentro entre Magario, la senadora Teresa García y el diputado  Carlos “Cuto” Moreno para definir la estrategia política y la búsqueda de consensos con la oposición para garantizar gobernabilidad. Kicillof los eligió para que sean ellos los responsables de la discusión en la Legislatura, sin descontar que en los próximos días habrá autoridades en la Cámara de Diputados que se sumarán a esa mesa chica.

Otro de los temas que se resolverá en poco tiempo es quién presidirá la presidencia de Diputados, aunque es claro que será una figura de consenso entre el kirchnerismo, los renovadores y los intendentes. En esta negociación tiene peso el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde -otro de los jefes comunales que hablan mucho con Kicillof- donde tiene dos nombres para poner en juego: el diputado Federico Otermín y el ex intendente del Partido de la Costa, Juan Pablo de Jesús, que ingresa como legislador el 10 de diciembre.

Faltan un par de semanas para que Axel Kicillof asuma la gobernación de la provincia de Buenos Aires. Desde los medios hegemónicos fogonean todos los días que Kicillof está enfrentado con todos los sectores. Desde el bunker del gobernador sonríen. Quienes lo conocen dicen que trabaja día y noche en la herencia que recibe, la cual anunciará el día que asuma ante la Asamblea Legislativa, pero especialmente en lo que será su impronta de gestión. La idea que transmite es la de un trabajo territorial intenso con los intendentes  que lo diferenciará de su antecesora, la gobernadora María Eugenia Vidal que durante cuatro años optó por el marketing de un set de televisión en vez de resolver los problemas de los bonaerenses.