Por Alfredo Silletta. Mientras las revistas del corazón hablan de la “dulce” María Eugenia Vidal de novia con el periodista Quique Sacco, la ex gobernadora llama a su tropa y ordena “acá no se vota nada” en relación a las cuatro leyes de emergencia que envió el gobernador Axel Kicillof a la legislatura provincial. Vidal sabe que tiene la llave para cerrarle todos los caminos al oficialismo en el Senado, donde tiene 26 miembros contra 20 del Frente de Todos.
Vidal, continua con su doble estándar de diferenciarse de Macri y en este caso de Patricia Bullrich que pide a los gritos “tirar piedras al oficialismo”, pero en la acción política actúan en tándem, con la decisión de poner freno en todas las propuestas de Kicillof. “Esto es como el movimiento de pinzas en la estrategia militar. La idea es un movimiento envolvente de pinzas hacia Alberto y Axel, a dos los queremos destruir”, dice un legislador del PRO muy cercano a la gobernadora. Y agrega: “la estrategia de Mariu es igual a la de Patricia, pero las formas son diferentes, no lo decimos en público”.
No todos en la oposición piensa como Vidal. El sector que comanda Jorge Macri, también opositor plantea una oposición pero negociando con el gobernador ya que los jefes comunales necesitan acuerdos para recibir fondos y obras en sus municipios. Por último, los legisladores que responde a Emilio Monzó están decididos a negociar con el oficialismo y también a dar quórum.
Desde el vidalismo ya avisaron que “esta semana” no se aprueba el paquete de leyes. Argumentan que el proyecto delega demasiadas facultades extraordinarias al gobierno, olvidándose que Vidal tuvo leyes muy parecidas en su gestión.
Dicen que la ley le da poder a Kicillof sobre el poder legislativo y judicial. Les preocupa que el Ejecutivo renegocie o rescinda contratos de obra pública y que le ponga límites a la empresas energéticas, muy cercanas al PRO, que en los últimos años ganaron millones sin producir mejoras en los servicios de los bonaerenses.
El gobierno de Kicillof ya anunció que por estas horas los ministros de Economía, Producción y el secretario General de la Gobernación participarán del debate en las comisiones de Diputados y Senadores.
Federico Otermín, el presidente de la Cámara de Diputados la tiene más fácil, ya que allí el Frente de Todos es mayoría y además contaría con el apoyo del recientemente creado bloque del monzonismo. Más allá de eso, Otermín apeló “a la buena fe” de la oposición para aprobar los proyectos.
En cambio, Verónica Magario la tiene más difícil por tener minoría en el Senado. De allí que planteó la creación de una comisión bicameral para que la oposición junto a la Defensoria del Pueblo y organizaciones de la sociedad civil pueda controlar la emergencia.
Por ahora, Vidal controla al Senado, pero no todos los senadores piensan igual y representan lo mismo. De los 26 senadores, el PRO tiene 14, la Coalición Cívica 3, el radicalismo 6 y del panperonismo otros 3. Es por eso que el oficialismo intentará negociar con los radicales que representan a los intendentes del interior y también con los senadores que tiene origen en el peronismo. No será fácil, pero es la principal tarea de la vicegobernadora.
Hoy Vidal maneja la oposición, sabe que controla el Senado y con ello puede obstruir cualquier ley que envíe el gobernador, incluso tiene la facultad para aprobar los pliegos de jueces macristas y de promover jury de enjuiciamiento a aquellos magistrados que los investiguen.
A solo una semana de asumir, la oposición macrista y vidalista está decidida a poner piedras en el camino a la difícil gestión de Alberto Fernández y Axel Kicillof con un país y una provincia devastadas.
3 Comentarios
QUE BARBARO , DEPENDEMOS DE VIDAL EN EL SENADO AL QUE CONTROLA , JUSTO ELLA QUE NO PUEDE CONTROLAR NI EL AHUA PARA EL MATE
VIDAL Y MACRI, !!! BUENA GENTE, NO? !!!
soretes mal perdedores , cincos , chorros ,y estafadores