En una durísima primera batalla entre el gobernador Axel Kicillof y la oposición, hoy controlada por María Eugenia Vidal y Jorge Macri, se aprobó finalmente el paquete de emergencia económica, social, productiva y energética, más allá que el oficialismo tuvo que ceder en varios puntos, porque la oposición controla el Senado bonaerense.
El gobernador necesitaba la leyes para avanzar en la negociación con los acreedores privados y la ANSES donde en enero y febrero deberá pagar cerca de 600 millones. Para Kicillof era muy importante la aprobación de la ley, la cual le daba una seguridad jurídica para la renegociación. “La sanción de la ley de Emergencia en la Legislatura le otorga al Poder Ejecutivo provincial instrumentos para atender las urgencias vinculadas a la profunda crisis económica y social que dejaron cuatro de neoliberalismo”, afirmó esta mañana.
Tanto Vidal como Jorge Macri, hoy los líderes de la oposición, saben que cuentan con 26 senadores contra 20 del oficialismo y sin un acuerdo con ellos no hay leyes. En Diputados era más sencillo porque el Frente de Todos tenía mayoría y además había negociado un acuerdo con el nuevo bloque de ex Cambiemos, lo que les daba una mayoría cómoda.
Durante la jornada de ayer se habían estancado todas las negaciones pero luego de febriles idas y vuelta, con la participación activa del gobernador, la vicegobernadora Verónica Magario, el senador Gervasio Bozzano, el presidente de la Cámara de Diputados Federico Otermín y el diputado Cuto Moreno se puedo aprobar las leyes durante la madrugada.
El oficialismo logró que se aprobara un endeudamiento de 67 mil millones de pesos, entre los cuales 2 mil millones deberán ser destinados a obras en los municipios bajo el Fondo de Infraestructura Municipal, algo que Vidal durante su gestión había suspendido en los últimos años. Esta fue una de las exigencias de la oposición para asegurarse obras en estos meses, ya que el nuevo gobierno tenía en sus planes trabajar en los primeros meses en reparar escuelas y hospitales y concentrarse en resolver la emergencia alimentaria y de salud que sufren los bonaerenses.
La otra gran discusión es que la oposición se opuso a la prorroga del presupuesto para todo el año y puse fecha tope el 31 de marzo, por lo cual el gobernador deberá mandar un nuevo presupuesto que lo obligará nuevamente a negociar con la oposición. En el Senado, la oposición dio finalmente quórum pero se abstuvo en la votación particular y también impuso que las emergencias sean por un año y no por dos, como figuraba en el texto oficial. El jefe de la bancada opositora, Roberto Costa, reconoció que “somos mayoría pero le vamos a dar las herramientas al gobernador.”
En Diputados la pelea era más sencilla, ya que habia mayoría del oficialismo, pero el buen trabajo de Otermín y Cuto Moreno lograron que el nuevo bloque de ex Cambiemos, que hoy conduce Emilio Monzó y Gustavo Posse, apoyarán el paquete de leyes. La diputada ensenadense Susana González les dijo de todo en la cara a los vidalistas: “No quieren asumir el desastre que dejaron en salud y en educación” y arremetió contra la oposición que se abstuvo de votar: “Cuadro años de emergencia en seguridad y esta provincia está arrasada, yo no me puedo abstener de algo que provoque”. Desde la oposición, argumentaron que la provincia “no necesita emergencia en salud ni en educación”, de allí que no apoyaron. Igual que los vidalistas la diputada del Frente de Izquierda de los Trabajadores, Mercedes Trimarchi, no apoyo las leyes.
El gobernador logró una herramienta fundamental que fue la aprobación del pliego del presidente del Banco Provincia, Juan Cuattomo, pero quedo para más adelante la votación del resto de los directores que completan la mesa directiva de la entidad, ya que la oposición quería tres de las cuatro sillas, otra extorsión de Vidal.
También quedo para más adelante los pedidos de Vidal para poner dirigentes en los organismo de control, una tradición entre oficialismo y oposición, desde los tiempos de Antonio Cafiero pero que Vidal decidió negarlos durante su gestión.
Una primera y dura batalla que el gobernador Axel Kicillof logro vencer, aunque debió ceder en algunos puntos, ya que la oposición tiene el control del Senado. Lo importante es que la emergencia alimentaria, en salud, en educación y energética ya puede implementarse.