El Papa frenó el intento del Opus Dei de poner un hombre suyo como embajador del gobierno en el Vaticano

Con la sutileza de la diplomacia del Vaticano, el Papa Francisco frenó el nombramiento de Luis Bellando como representante argentino ante la Santa Sede. El presidente Alberto Fernández rápidamente frenó su nombramiento y retiró su pliego.

La metida de pata, la cometió Gustavo Beliz quien junto a Francisco “Pancho” Meritello, quienes presionaron para que Bellando fuera nombrado embajador en la Santa Sede. Más allá que era un diplomático de carrera, Bellando fue promocionado por el Opus Dei, una organización muy cercana a Beliz y a la familia Meritello, que al Papa le molestó profundamente.

Santiago Cafiero, confirmó que “la mecánica que tiene la Cancillería es mandar primero los nombres en consulta porque los países receptores tienen que estar de acuerdo con los candidatos que se propone”. Una forma elegante de reconocer que retirarán el nombre.

El nombre de Bellando era promocionado por el Secretario de Asuntos Estratégicos pese a los resquemores del canciller Felipe Solá y del secretario de Culto, Guillermo Olivieri.  Más allá que no trascendieron las razones del retiro del pliego, desde el Vaticano fueron contundentes: “el Opus Dei está muy lejos del pensamiento de Francisco y su compromiso con los pobres”.

Los memoriosos recuerdan el conflicto del 2008, cuando el Opus Dei junto a Monseñor Héctor Aguer y  el cardenal Tarcisio Bertone, Secretario de Estado de la Santa Sede intentaron sacar al Cardenal Jorge Bergoglio de la Catedral de Buenos Aires para mandarlo a Roma. De esa manera quedaba vacante el arzobispado y lo ubicarían a Monseñor Aguer, un obispo cercano al Opus Dei y a la derecha de la Iglesia. Bergoglio, que ya tenía una buena relación con Benedicto XVI cuando retiró su candidatura papal a favor del alemán, logró frenar el golpe de estado. Nunca quedo claro el rol del  gobierno de Cristina Kirchner que permitió a Sergio Massa, jefe de Gabinete participar de la jugada para sacarlo a Bergoglio. Esta situación llevó a una ruptura entre el gobierno y el cardenal. El Papa nunca recibió en el Vaticano al tigrense que se dejó influenciar por Jorge O´Reilly, integrante del Opus Dei y asesor del jefe de Gabinete en ese momento.

Once años después, el presidente Alberto Fernández ha reiterado que no cometerá errores del pasado. En su visita oficial del 31 de enero al Vaticano, conversará en forma privada con el Papa Francisco el nombre del futuro embajador. Muy lejos está el gobierno de dejarse operar por el Opus Dei, algo que sí sucedió con el macrismo cuando la ex gobernadora María Eugenia Vidal nombró procurador de la provincia de Buenos Aires a Julio Conte Grand, miembro activo del Opus Dei que esta ‘inundado’ la justicia bonaerense de jueces y fiscales conservadores y reaccionarios.