Por Alfredo Silletta. La derecha tiene claro que la fortaleza de Axel Kicillof es la unidad de Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires y, especialmente su vínculo con los intendentes del gran Buenos Aires. Los medios dominantes, el brazo ejecutor de la derecha, saben que si se rompe la unidad del peronismo es mucho más fácil producir el caos en territorio bonaerense.
Lo que sucede con el gobernador, pasa también en Nación, donde los medios intentan producir un quiebre entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner. Lo que no entienden, incluso algunos propios que le han planteado al presidente el armar el “albertismo”, es que no hay futuro en la Argentina si el peronismo no se mantiene unido. Por suerte, la relación entre el presidente y la vice es excelente. El viernes por la mañana, Cristina desayuno en la residencia de Olivos con el presidente y “hablaron de todo y de todos”, dijo una fuente de la Casa Rosada.
En la provincia, la relación entre el gobernador y los intendentes es buena. Se dialoga más de lo que se dice. En dos meses de gestión los ministros y su jefe de Gabinete tuvieron más de 300 reuniones con intendentes del oficialismo y de la oposición. Quizás, como decía Néstor Kirchner, hay que hablar de números y gestión pero también de política.
Lo que quizás no entiende la derecha, o mejor dicho lo entiende y les preocupa, es que en el Frente de Todos, tanto en la provincia como en la Nación, se mantiene unido. Como en todo frente, hay matices y también diferencias entre todos los sectores. “Cuando el peronismo era vertical, tanto con Perón como con Cristina, nos criticaban y ahora que el debate se amplia la derecha también nos critica”, dice un legislador bonaerense del peronismo.
Hay diferencias y hay matices entre el gobernador, los intendentes y los gremios que, obviamente, quieren recuperar lo perdido en los cuatro años de macrismo.
Es importante aclarar que tanto Kicillof como los intendentes tienen claro que las elecciones las ganó el Frente de Todos y ese frente lo contiene al gobernador, los intendentes, el massismo y los gremios.
La derecha sabe que la fortaleza está en la unidad y de allí que busca romperla. Como dice el colega Edgardo Mocca, es preferible la tensión de la unidad que les permitió ganar, ya que sin ella “estaríamos en paz con nuestros principios y entre amigos, lamentando lo que sería inevitablemente días muy oscuros”.
No por eso son días luminosos los que se viven en este 2020. La provincia que dejo María Eugenia Vidal es tierra arrasada. Hoy Kicillof tuvo que optar por pagar a los fondos de inversión y dejar para marzo el pago de los docentes de diciembre, y de esa manera no entrar en default. Al gobernador le gustaría dar más de 1.500 pesos de aumento pero la provincia está quebrada.
¿Hay matices y diferencias entre todos los integrantes del Frente de Todos en la provincia de Buenos Aires? Sí, nadie lo niega, pero todos coinciden que en estos momentos la provincia debe atender la emergencia social de los bonaerenses y después analizar otros temas. Como dice José Hernández en el Martín Fierro: “Los hermanos sean unidos/Porque esa es la ley primera/Tengan unión verdadera/En cualquier tiempo que sea/Porque si entre ellos se pelean/Los devoran los de afuera”.
Y los de afuera ya sabemos que son la derecha egoísta que solo piensan en sus ganancias, como lo hicieron en los últimos cuatro años. Es responsabilidad de TODOS mantener la unidad para que la provincia pueda crecer y sus habitantes vivir dignamente.