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25 noviembre, 2024
PAÍS

Macri, desorientado y triste por no poder viajar, ya empieza a delinear un plan para debilitar al gobierno de Alberto

Sumido en un estado de melancolía que todavía no llega a la depresión, a Mauricio Macri no le queda otra que esperar una nueva fecha para concretar el gran sueño que iba a producirse justamente por estos días, y que el avance del coronavirus en el mundo se lo impidió: su asunción como presidente de la Fundación FIFA en Zurich, Suiza.

Por lo tanto, el ex presidente, un poco a su pesar, en los últimos días mantuvo una serie de entrevistas en las oficinas de la avenida del Libertador, a pocas cuadras de la residencia de Olivos, en Vicente López. Es que quienes están cerca de él, comentan que por ahora no está entusiasmado con ser la cara visible de la oposición y, en todo caso, prefiere hacer su “trabajo” desde las sombras.

Y el malhumor se extendió a propósito de la reciente aprobación, en el Senado, de la ley que recorta jubilaciones de privilegio a jueces y diplomáticos, por el quórum que aportó el bloque de Juntos por el Cambio a la sesión.

Mientras tanto, Macri cree que una vez que empiece a calmarse la convulsión provocada por la pandemia del coronavirus, el tiempo que se viene obligará a la oposición a ponerse firme en lo que ellos consideran gestos de “avasallamiento institucional” por parte del peronismo. Y en esa dirección confía en la figura de Patricia Bullrich y su rol al frente del PRO.

Justamente, días atrás durante un encuentro partidario, la ex ministra de Seguridad estuvo a cargo del discurso central, oportunidad en la que lanzó un llamado a ganar las elecciones legislativas de 2021, aunque en realidad fue más una puesta en escena con mucho de voluntarismo con la promesa, además, de que bajo su conducción “no habrá dedo en las candidaturas”.

En definitiva, a lo que apuesta el ahora espacio opositor, es al debilitamiento del gobierno de Alberto Fernández, y de ahí que desde las oficinas en Vicente López ya empiezan a delinear una fuerte ofensiva contra la actual gestión.

De todas maneras, en la mesa de conducción de Juntos por el Cambio no todos están convencidos de que Macri pueda ser el líder natural.

Por ahora, y en silencio, el ex presidente se juega por una motiva que él considera espejo de la que en su momento usó Cristina Kirchner cuando dejó la presidencia: coordinar un desgaste sobre puntos sensibles para el Gobierno nacional imaginando, en el mediano o largo plazo,  ponerlo de rodillas y someterlo a los designios de las corporaciones y los medios hegemónicos.

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2 Comentarios

Griselda Bozzo 17 marzo, 2020 at 12:41 pm

jajaja va a volver ?? a donde , solo puede estar detrás de las rejas , por favor este pelotudo ya fué

Respuesta
Jorge 18 marzo, 2020 at 1:27 am

Cuanto falta para ver a este delincuente tras las rejas???

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