Por Francisco Tizzano. Para algunas profesiones la cuarentena se torno interminable y aun hoy siguen sin poder desarrollar su actividad de manera plena. Un ejemplo son los abogados y los contadores, tan importantes para el desarrollo de la actividad de los pequeños comerciantes de las Pymes y de los monotributistas que son las actividades más golpeadas por esta cuarentena extendida. Hemos realizado consultas con nuestros Colegios profesionales y todos coinciden que “se olvidaron de nosotros”
Un ejemplo muy a la vuelta de la esquina es que los bancos están pidiendo información sobre la actividad de las empresas y esta documentación está estrechamente vinculada a la actividad de los contadores, quienes deben intentar explicarle a los clientes (Pyme, pequeños comercios) y a los bancos que mucho de lo que las entidades financieras pretenden esta en los estudios a los que no se pueden dirigir por no estar autorizados.
Otro ejemplo es la relación entre el personal empleado de las Pyme y el asesoramiento vinculado a leyes laborales con los abogados que las Pymes necesitan tener para tomar decisiones y no lo pueden hacer a través de una charla telefónica o una videollamada.
Confiamos que rápidamente, el Estado nacional ponga el ojo en estas dos profesiones fundamentales para el funcionamiento de una pequeña empresa.
Contador Público nacional