En respuesta a tantas habladurías lanzadas constantemente por las usinas del odio y los medios hegemónicos, Alberto Fernández y Cristina Kirchner protagonizaron en las últimas horas un hecho cotidiano, como de hecho lo es una reunión entre un presidente y su vice, pero ante la expectativa que generó el encuentro, fue una buena forma de cerrarles la boca a aquellos comunicadores que hablan obsesivamente a una mala relación entre ambos.
Como alguien comentó tras la reunión que se extendió durante tres horas en la Quinta de Olivos, se trató “de un encuentro más, como todos las anteriores”.
Es que, más allá de los rumores malintencionados que hacen circular, Alberto y CFK mantienen un diálogo diario, y cada tanto se reúnen. La diferencia fue que esta vez Fernández reveló de antemano el encuentro, que por lo general mantienen en reserva. El lunes a la noche, durante una entrevista con TN, reveló su último chat con Cristina. “Le digo si quiere que vaya yo mañana a visitarla, ‘me convidás un mate cocido y salgo un poco de acá’ y me dice ‘no, prefiero ir yo mañana a Olivos. Mañana estoy yo ahí”, contó el presidente.
Durante el encuentro abordaron el tema del momento, como es la renegociación de la deuda que entró en su tramo decisivo. “Cristina siempre estuvo al tanto de las negociaciones y acompaña la estrategia”, explicaban cerca del presidente luego del encuentro.
Además, se generó expectativa en torno al encuentro por el anuncio previo y porque ocurrió después del recambio en la Anses de Alejandro Vanoli por Fernanda Raverta. Alberto reveló que el reemplazo lo decidieron juntos. “Se nos ocurrió hablando a los dos. Surgió como un nombre que yo planteé que me gustaría traerla al gobierno, por un comentario que hizo ella”, dijo en la entrevista del lunes. También había subrayado: “Hay como una suerte de disputa de quién pone Cristina y quién pone Alberto. Y la verdad es que, en general, Cristina y Alberto se nutren del mismo lugar porque siempre hemos estado juntos en política”.
Por otra parte, también charlaron sobre la marcha de la economía y de la salida del aislamiento por la pandemia, dos temas íntimamente relacionados. El Gobierno prepara a partir de la semana que viene la cuarta fase de la cuarentena, a partir de la cual se habilitarán más actividades productivas, aunque siempre siguiendo un estricto protocolo sanitario.
Un derivado del aislamiento fue la situación generada por la salida de un grupo de detenidos de las cárceles en todo el país, resuelta por los jueces en consonancia con las recomendaciones de los organismos internacionales para evitar contagios masivos. Se sabe que la vicepresidenta pone una atención especial en la gestión de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires.
Por último, otro punto del encuentro en Olivos fue el de la agenda legislativa. Después de ir en consulta a la Corte Suprema, Cristina Kirchner finalmente programó la primera sesión del Senado para la semana próxima. La idea en esa primera sesión es aprobar los veinte DNU que el presidente firmó para atender la pandemia. Pero la mayor expectativa está centrada en el cronograma del proyecto del Frente de Todos para gravar a las grandes fortunas que ingresará por Diputados, y que ya generó el rechazo del macrismo.