Fue un sábado a la mañana. Como olvidar. Los periodistas no tenemos francos en el sentido que se nos hace muy difícil no ojear las noticias del día. De pronto, los celulares se pusieron al rojo vivo. Cristina Kirchner subía un video a las redes sociales donde anunciaba que la fórmula del Frente de Todos sería Alberto Fernández presidente y ella como vicepresidenta. La oposición quedo muda, no entendió nada. Hoy tampoco entiende nada.
Minutos antes de las 7.30 del sábado 18 de mayo, mientras toda la atención política estaba concentrada en los comicios provinciales de La Pampa que se desarrollaban ese día, comenzó a llegar por Whatsapp a los periodistas un video enviado por los allegados a la ex mandataria, con un mensaje inesperado: Cristina Fernández de Kirchner anunciaba que no sería candidata a presidenta. El video se titulada “En la semana de Mayo, reflexiones y decisiones”.
La noticia impacto en toda la sociedad. Para la derecha que gobernaba, el anuncio no tenía sentido, ya que “Alberto era un chirolita” puesto por ella, pero para la mayoría de los argentinos había sido, aunque muchos tampoco la entendieron, una jugada estratégica para lograr la unidad del campo nacional y popular y sacarnos al neoliberalismo de la Argentina.
El video que produjo un shock era conocido por un pequeño grupo de personas. Allí se veían imágenes de Cristina y Alberto donde anunciaba que: “Le he pedido a Alberto Fernández que encabece la fórmula que integraremos juntos: él como candidato a presidente y yo como candidata a vice, para participar en las próximas elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias”.
La jugada de Cristina rompió rápidamente unifico al peronismo. En una semana todos los gobernadores se alinearon y solo quedó afuera Córdoba y Salta. Tiempo después se sumó Sergio Massa y el Frente Renovador, Pino Solanas y otros sectores del campo nacional y popular.
Mañana lunes se cumple un año del anuncio y tras el triunfo del Frente de Todos, la fórmula de Alberto y Cristina se mantiene unidad pese a las fantasías de la derecha, mucho más en tiempos de pandemia y negociación con los acreedores externos.
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