Por Alfredo Silletta. “¡Epa!, ese es un buen dato, de esa reunión nadie sabía nada”, dijo Cristina Kirchner frente al juez Federico Villena. La actual vicepresidenta se sorprendió por una carpeta que mostraba una reunión del 30 de octubre de 2017 entre ella y Sergio Massa, reunión que nadie supo ni nunca trascendió.
La reunión que se mantuvo en secreto se produjo 8 días después de las elecciones legislativas donde Cristina Kirchner había sacado el 37% de los votos sobre el 41% de Cambiemos, un 11% de Sergio Massa y un lejano cuarto puesto con el 5% de Florencio Randazzo.
Cristina analizó los números de las elecciones donde el panperonismo le daba una suma de 53% de los votos en la provincia de Buenos Aires. Con el diario del lunes vemos que fueron los números que se repitieron dos años después, con el Frente de Todos en 53 puntos y Juntos por el Cambio en 41.
En esa primera reunión, Cristina y Massa comenzaron a plantear, pese a la desconfianza del tigrense, que el peronismo debería unirse si quería frenar la reelección a Mauricio Macri. Allí se acordó que comenzaría un acercamiento en la tarea legislativa, cosa que sucedió.
No fue la única reunión, días después Cristina se reunió con Alberto Fernández, encuentro que sí trascendió en los medios de comunicación. El presidente contó el año pasado que en esa primera reunión en el Instituto Patria durante un rato se dijeron lo que se tuvieron que decir y borrón y cuanta nueva. El tema central fue que había que trabajar en la unidad del peronismo y Alberto dijo que “yo me pongo con ese tema” y agregó: “vos pone tu parte”. Ante el asombro de Cristina, fue más especifico: “Yo conozco todas tus causas y creo que deberías escribir un libro en primera persona y dar respuesta a todas estas cosas que dicen de vos”. “¿Un libro? pregunto Cristina. “Si, un libro”, respondió Alberto.
A partir de ese momento, hubo muchas reuniones entre Cristina y Alberto y otras, más privadas entre Sergio Massa y la ex presidenta. Cristina trabajo durante todo el 2018 y principios del 2019 en su libro Sinceramente y los espías, tan obsesionados con ella, nunca lo supieron. De allí la sorpresa cuando se anunció la salida de Sinceramente que ya estaba en la imprenta. Un shock para el ex presidente y Marcos Peña que pidieron explicaciones en la AFI y no tuvieron respuesta. No fue la única decepción del macrismo, a mediados de mayo del año pasado se enteraron por las redes que Cristina había decidido que Alberto sería el candidato a presidente y ella a vice, la jugada maestra que pondría nocaut al ex presidente.
Más allá de algún acierto de los espías de la AFI sobre la actual vicepresidenta la mayoría de la información que escucho en el juzgado era trucha -inventaron una reunión con militares venezolanos- o de poca seriedad. “Cristina se rió a carcajadas de algunas cosas que le mostraron, no lo podía creer”, contó su abogado José Beraldi.
Lo grave, por supuesto, son los vínculos de los espías de la AFI con jueces, fiscales y periodistas que armaban causas para atacar con mentiras al gobierno de la ex presidenta y sus funcionarios.