La ex gobernadora María Eugenia Vidal volvió a poner piedras en el camino y le bloqueó, al menos de momento, el tratamiento del proyecto de endeudamiento que había envaido el gobernador Axel Kicillof la semana pasada a la Legislatura bonaerense para compensar la caída de la recaudación, pagar deuda con proveedores y afrontar la inversión que demanda la pandemia.
El proyecto de ley enviado por el Ejecutivo incluye tres pedidos: el primero para contraer deuda con organismos multilaterales de crédito por hasta 500 millones de dólares para financiar proyectos de obra pública, programas sociales, de empleo, y compra de insumos de salud, entre otros puntos. El segundo pedido de autorización de deuda, incluido en el artículo 4, es por 20 mil millones de pesos para “afrontar atrasos de Tesorería”. Se trata, en la práctica, de un bono que emitirá la Provincia para afrontar la deuda con proveedores que viene de la gestión anterior. El tercer permiso es para emitir Letras del Tesoro por hasta 8 mil millones de pesos.
En rigor se trata de la segunda vez que Kicillof insiste con el endeudamiento: el primer proyecto lo envió en mayo y debió retirarlo por falta de acuerdo con la oposición. A diferencia del anterior, el nuevo texto incluye un punto que Juntos por el Cambio venía reclamando: extiende de 6 a 18 meses el plazo para que los municipios devuelvan los recursos del “Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal” otorgados por el Ministerio de Hacienda en el marco de la emergencia sanitaria por el COVID-19.
Pero para Juntos por el Cambio y para la ex gobernadora no es suficiente. Como cualquier endeudamiento, el Ejecutivo necesita de dos tercios de los votos para aprobarlo y el macrismo posee un bloque de 26 senadores -sobre 46 de la Cámara- por lo que Kicillof está obligado a negociar sí o sí. Durante el tratamiento de la ley impositiva, los amarillos impusieron su mayoría y terminaron forzando modificaciones -a favor de los cableoperadores y los puertos- que no estaban en los planes del oficialismo.
Consciente del peso de sus legisladores en el Senado, Vidal -todavía aislada por el coronavirus- se reunió con la tropa por Zoom y le bajó línea a los legisladores para que hagan valer sus votos. Incluso los puso a trabajar junto con sus ex ministros de Economía, Hernán Lacunza y Damián Bonari en el análisis de la letra chica del proyecto.
El oficilismo convocó a sesionar mañana en ambas cámaras e intentó avanzar en el tratamiento del endeudamiento pero se topó con la primera piedra. Juntos por el Cambio reclama más medidas a favor de los intendentes como otra línea de financiamiento para afrontar la pandemia y también se quejan porque el Ejecutivo aún no envió un proyecto de presupuesto 2020 (como tampoco lo hizo la Nación en el Congreso).
La discusión de fondo, sin embargo, es la misma de enero, la que trabó la negociación impositiva y es por los cargos que reclaman por ser oposición en los organismos de control y que Kicillof aún no distribuyó. Vidal espera que Kicillof le habilite los mismos sillones que ella le supo habilitar al massismo y al peronismo -en especial al grupo de los intendentes liderado por Martín Insaurralde- cuando ella tenía las riendas de la Provincia.