La idea fija de Mauricio Macri, además de los negocios para él y sus amigos, es la conformación de un espacio de ex presidentes neoliberales que, a nivel regional, sea la contraparte de su tan odiado populismo. Algo así como ubicarse en la vereda de enfrente del Grupo de Puebla, del que forma parte Alberto Fernández, y que integran, entre otros, los ex mandatarioss Lula Da Silva y Dilma Roussef (Brasil), Evo Morales (Bolivia), Rafael Correa (Ecuador), y Ernesto Samper (Colombia).
En esa dirección se inscribe el cuestionado viaje que por unas horas lo llevó el lunes último a Paraguay, donde se reunió con el ex presidente Horacio Cartes y el actual mandatario del país vecino, Mario Abdo.
Cerca de Macri aseguran que necesita a ambos para dar así el primer paso hacia la construcción política que vendrá: la posibilidad de construir una alternativa al Grupo de Puebla que encarne la voz conservadora en la región. Y que limite, en paralelo, la plataforma regional que sirve a la proyección latinoamericana de Alberto Fernández.
Y en el armado de ese espacio, ya se piensa en sumar a Enrique Peña Nieto, ex presidente de México, y Julio María Sanguinetti, de Uruguay.
En otras palabras, y ante el ostracismo que sufre en su propio país, donde está cada vez más comprometido en la causa por el espionaje ilegal durante su gobierno, Macri necesita tomar oxígeno y mostrarse como un líder regional en el universo del neoliberalismo.
Además de la ideología, los unen los negocios, el pertenecer al mundo empresarial y financiero y, en consecuencia, impulsar políticas en beneficio de los grupos privados en detrimento del Estado, tal como lo demostraron durante sus respectivas gestiones.
Por ejemplo, Cartes ostenta una de las mayores fortunas de Paraguay, por arriba de los 200 millones de dólares. Macri viajó hasta Asunción a bordo de un avión privado perteneciente a Tabacalera del Este, de su propiedad. Una firma acusada por producir cigarrillos ilegales y segundas marcas, de la más grande a nivel continental. Es solo una de las 24 empresas que forman parte de su conglomerado. También es dueño del Grupo de multimedios La Nación, la mayor cementera del país, la más grande productora de jugos y uno de los bancos de primera línea en Paraguay, entre tantos otros intereses económicos. Otro negocio en común con Macri es la energía.
“Sostener los logros en política exterior” aparecen como planes en el corto plazo, afirman cercan del fundador de Pro, quien tuvo en los últimos días una reaparición pública tras siete meses de casi absoluto silencio. Tanto en la entrevista concedida el miércoles de la semana pasada a un sitio web chileno, como en el viaje a Paraguay, Macri buscó mostrarse como un “líder regional”, y de paso mostrar su “cercanía” a mandatarios que no tienen la mejor relación con Alberto Fernández.
En esa misma dirección, y envalentonado como está, en los planes futuros de Macri figuran las posibles visitas a Chile, donde gobierna su amigo Sebastián Piñera, y no se descarta volver a encontrarse con el mandatario brasileño Jair Bolsonaro.
2 Comentarios
Siempre que gane la Argentina bien venido de sea ,o si no estamos entregados al populismo con dirección al Comunismo .
A ESTE NO LO VOTA NI EL PERRO LADRON HDRMP