A la luz de lo que fueron las últimas convocatorias para los odiadores de siempre, y que disfrazaron de “espontáneas”, está claro que las redes sociales en general, y Twitter en particular, es el universo donde el macrismo duro decide salir a dar batalla, teniendo en cuenta que en el mundo “real” poco y nada tiene para mostrar, más allá de burdos discursos de barricada que tienen como único objetivo debilitar al gobierno de Alberto Fernández.
Sorprendentemente, el “troll center” que supo conducir por cuatro años Marcos Peña estuvo durmiendo durante los primeros tres meses de gobierno del Frente de Todos pero, tal vez más sorprendentemente que lo anterior, resucitó de la mano de un hecho con tres cabezas: la pandemia del coronavirus, la defensa de los empresarios más ricos en detrimento de los trabajadores ante la crisis económica potenciada por las consecuencias del Covid-19 y la actitud responsable de un sector de la oposición que terminó potenciando internas políticas entre Mauricio Macri y Horacio Rodríguez Larreta.
“Ya pasó el #20J y fue un éxito. Ya pasó el #9J y fue aún más exitosa. Se viene el #17A en Honor a San Martín. Esto recién empieza”, reza la proclama independentista y libertaria enarbolada por la cuenta #LosTrollsLesAvisamos, para anticipar su próxima movida, que significará una vez más la salida a las calles de gente que se moviliza por el odio, empujada por los “comunicadores” de los medios hegemónicos.
Un informe elaborado por el Frente Renovador mostró que la actividad de trolls macristas se incrementó el pasado 9 de julio un 68 % con respecto al mismo día de la semana anterior. El núcleo opositor encabezado por Mauricio Macri, Marcos Peña y Patricia Bullrich, encontró en las fechas patrias una especie de épica independentista para convocar a la rebelión frente a lo que ellos consideran un gobierno totalitario que restringe las libertades.
El informe en cuestión precisa que fueron 153 mil las publicaciones atribuidas a la campaña digital montada por el trollcenter macrista para el pasado Día de la Independencia. Y a pesar de la virtualidad, esto demuestra un dato de la realidad: el ex presidente y su séquito eligen las redes, y Twitter en particular, como el reducto en el cual refugiarse.
Los datos recabados por el FR muestran a Horacio Rodríguez Larreta como uno de los principales blancos de los trolls. La calificación de “amigo” que le diera Alberto Fernández en el acto oficial del 9 de julio lo hizo acreedor de agravios que fueron desde señalarlo como un empleado del presidente hasta llamarlo traidor.
Otro tanto pasó con María Eugenia Vidal, por el hecho de haber condenado, en un único tuit, la agresión al móvil de C5N manifestando que “la violencia nunca es la solución”. Pero, claro, para los trolls esa frase fue considerada como un ninguneo a la movilización misma, y por la que condenaron a la ex gobernadora bonaerense.
El hashtag #MacriPresidenteYa fue el segundo más utilizado en la campaña, con 11000 publicaciones. Quedó a tan solo 1000 de la principal etiqueta del día, que fue #BanderazoPorLaRepublica, y formó parte de un conjunto tendiente a dejar en claro la lealtad de esta ciber población, expresada en forma inapelable en otro de los hashtag top de la movida: #MacriEsElLider.
El video que tuiteó el ex presidente con un fragmento de la entrevista con la que reapareció en la escena pública, fue una de las armas más utilizadas por los trolls para impulsar los hashtags y fomentar las protestas.
Como laderos principales del líder en las publicaciones del trollcenter, el informe destaca a Patricia Bullrich, y al infaltable diputado Fernando Iglesias.
Uno de los trolls señalados por el informe que mayor actividad tuvo ese día, Gustavo Frondizi (@GFrondizi), el “mejor equipo” formaría de la siguiente manera: Macri (eL líder), Carrió (la decencia), Wolff (el paragolpes), Iglesias (el choque), Bullrich (el motor), Lopérfido (el cerebro), Dietrich (el hacedor), Campagnoli (la isla jurídica), Laura Alonso (el carácter), Pichetto (el duro).
Para esos particulares personajes, resulta más que suficiente haber condenado las agresiones a periodistas durante la concentración, para ser objeto de agresiones de distinto tenor. Y ahí aparecen, entre otros, Santilli, Grindetti, Jorge Macri, Massot, Monzó y Frigerio, además de Vidal y de Rodríguez Larreta.
Macri se recuesta en su guarida predilecta de hace años: el trollcenter de Marco Peña. De allí saltó a la presidencia en 2015, y desde allí espera ahora reposicionarse en un mapa político del que se cayó por su propia inoperancia. Pero su jugada hoy conlleva otros riesgos para el sistema democrático argentino, ante el peligro real de que Macri parece no tener otro discurso basado en el odio, desde el cual pararse para volver a ser competitivo electoralmente.
1 comentario
buenisimo el informe. Faltó decir como contrarrestar o minimizar esa embestida.