El lobby del procurador general, Julio Conte Grand, volvió a ganar. La Suprema Corte de Justicia bonaerense resolvió ayer, por mayoría, hacer lugar al pedido del funcionario nombrado por María Eugenia Vidal y suspendió por 90 días al fiscal general del departamento judicial de Lomas de Zamora, Enrique Ferrari, quien había disuelto la unidad a detener a los Moyano.
La decisión, que es el primer paso para dar inicio al juicio político, fue dispuesta por el voto conjunto de los ministros Daniel Soria, Eduardo Pettigiani, Hilda Kogan, Sergio Torres y Luis Genoud. Sólo votó en contra el ministro Eduardo de Lázzari.
En concreto, se otorgó a Ferrari “una licencia por 90 días” y se instó al Procurador General para que “adopte las medidas necesarias para restablecer el correcto funcionamiento de la fiscalía general del departamento judicial Lomas de Zamora, debiendo convocar a los funcionarios más calificados del Ministerio Público, aunque se desempeñen en otros departamentos judiciales”.
También encomendó a la Subsecretaría de Control de Gestión para que junto a la Procuración General realice un relevamiento de la fiscalía general, dando intervención, cuando ello resulte pertinente, a la Subsecretaría de Control Disciplinario. Asimismo dispuso el monitoreo de las restantes actuaciones penales y disciplinarias en trámite, en las que se investigue el desempeño de funcionarios de la fiscalía, encomendando a las Subsecretarías de Control Disciplinario y de Control de Gestión la elaboración y periódica remisión al tribunal de reportes sobre su estado y grado de avance.
La principal acusación que pesa sobre Ferrari es la de haber disuelto repentinamente la Unidad para Delitos Complejos y Crimen Organizado de Lomas de Zamora. En esa unidad se llevaban adelante causas contra los barrabravas de Independiente, en donde se apuntaba al camionero Pablo Moyano. Cabe recordar que fue el propio Conte Grand quien también promovió un juicio político contra el juez Luis Carzoglio por haberse negado a detener al dirigente de Camioneros en esa causa, pese al lobby feroz del macrismo.
También desde allí se analizó la causa contra el rey de La Salada. A todo esto, Conte Grand también sumó a su presentación una serie de mensajes que Ferrari habría mando a subordinados, con fotos de pirañas y de Hannibal Lecter, que se interpretaron como amenazas.
A su vez, Ferrari denunció a Conte Grand por su presunta participación en el armado de causas contra dirigentes políticos y gremiales, a través de una unidad fiscal especial, como parte del espionaje ilegal en que habría incurrido el gobierno de Vidal.
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