En medio de la polémica por el jubilado “justiciero” de Quilmes, el gobernador Axel Kicillof juntó hoy a la ministra de Seguridad de la Nación, Sabina Frederic, con su par bonaerense, Sergio Berni, para coordinar el trabajo conjunto en el marco de la pandemia y dejar los chispazos de lado.
El encuentro, que tuvo lugar en las oficinas que Berni montó en Puente 12 de La Matanza, fue el primero desde marzo y sirvió para reforzar el trabajo entre ambas jurisdicciones y planificar acciones conjuntas, en el marco de la suba de delitos que se registra como consecuencia de la apertura gradual de la cuarentena y justo en momentos en que la seguridad está al tope de la agenda mediática por el caso del jubilado de Quilmes que mató a un delincuente que entró a su casa.
Según informaron de manera oficial tanto desde Provincia como desde Nación, la reunión tuvo como propósito “continuar con la coordinación y planificación de acciones conjuntas en el Gran Buenos Aires como parte de las políticas de cuidado a la población ante en el marco de la pandemia ppr el COVID-19 y para desarrollar políticas específicas ante distintos problemas de seguridad”.
Los ministros, junto a Kicillof y al jefe de Gabinete bonaerense, Carlos Bianco, analizaron los números de los delitos en la cuarentena y acordaron ajustar los operativos de seguridad para dar respuesta a una preocupación que crece entre los intendentes del Conurbano.
Más allá de las excusas formales, la foto también buscó mostrar a los dos equipos trabajando en equipo tras las diferencias públicas que tuvieron Frederic y Berni desde que se inició la pandemia e incluso desde el inicio de la gestión, a raíz de las polémicas declaraciones que suele hacer el funcionario de Kicillof.
Las diferencias epero se profundizaron en junio, cuando Berni dijo que la Provincia no tenía “nada” de apoyo del Gobierno nacional en materia de seguridad. Y a eso le sumó una intervención en un operativo en Puente La Noria, el día del inicio de la última etapa de aislamiento estricto, y se cruzó con efectivos federales. Luego de esto Berni bajó un poco el tono de sus declaraciones aunque ayer volvió a generar revuelo tras defender al jubilado, Jorge Ríos, que mató a un ladrón que había ingresado a su casa de Quilmes.
“Veo con mucho dolor como una parte de la Justicia está obstinada en defender los derechos de los delincuentes, pero se olvidan del ciudadano común”, señaló. “El uso de la legítima defensa tiene ciertos parámetros que se tendrían que contemplar en el caso del señor Ríos de Quilmes: pusieron en riesgo su vida y actuó en una situación extrema”, consideró Berni.