El aislamiento social, preventivo y obligatorio también cambió la vida cotidiana de las mascotas, ya que se intensificó el tiempo compartido en familia dentro del hogar. Esta situación puede ocasionar un apego excesivo por parte de los perros -fundamentalmente si son cachorros-, que podría causar cambios de comportamiento y ansiedad cuando sus dueños vuelvan a ausentarse. Es por eso que el Municipio de Berazategui, a través de su Clínica Veterinaria, brinda algunas recomendaciones.
En estos últimos meses, las personas han estado mucho más presentes en sus casas, a raíz de las medidas establecidas por el Gobierno nacional para evitar la propagación del Coronavirus (COVID-19). Y las mascotas se han acostumbrado a esta “nueva normalidad”. Tal es así que, a medida que sus dueños comiencen a retomar sus actividades habituales y deban ausentarse por un tiempo mucho más prolongado, podría afectarlos de algún modo, sobre todo a los perros.
“Luego de permanecer la mayor parte del día en nuestros hogares debido al aislamiento por el COVID-19, poco a poco muchas personas están volviendo a sus tareas laborales. Esta circunstancia podría traer aparejado algunas consecuencias en nuestras mascotas, fundamentalmente en los perros, que podrían experimentar determinados cambios en su comportamiento”, indica el director interino de la Clínica Veterinaria Municipal, Jeremías Mc Hardy.
En este sentido, el médico veterinario asegura que quienes más podrían padecer esta situación son los cachorros de hasta 4 y 6 meses. “La mayoría de ellos comienza a socializar en el transcurso de esos primeros meses de vida, sobre todo si fueron separados de la madre a temprana edad, ya que tienen esa sensación de abandono y pueden llegar a sufrir si están mucho tiempo solos. Los adultos, en cambio, por lo general suelen tener ya su rutina armada y no sufren tanto estos cambios”, informa.
Con respecto a los síntomas más habituales de los perros que padecen de esta manera la ausencia de sus dueños, Mc Hardy advierte: “Hay que estar muy alerta a algunos síntomas, como el rascado de puertas, si hacen pozos o si encontramos destruidos elementos del hogar que normalmente utilizamos, como el control remoto, el repasador o un calzado. Además, es muy característico que emitan ciertos sonidos, como ladridos, aullidos o que lloren. Quizás algún vecino podría comentarnos sobre el comportamiento de nuestras mascotas cuando se quedan solas”.
En cuanto a cómo proceder frente a esta situación, el Director interino de la Clínica Veterinaria Municipal sugiere ir acostumbrándolos a estar solos en el transcurso del día, por breves lapsos de tiempo. “Si uno está por incorporarse a su actividad laboral normal, hay que empezar a preparar a nuestros perros desde ahora. Por ejemplo, podríamos llevarlos a otra habitación. Tenerlos aislados por un tiempo corto y luego volver a estar con ellos. Incluso, se puede ir incrementando el tiempo, día tras día. Entonces, los vamos acostumbrando a estar solos, pero también enseñándoles que vamos a volver, porque muchos tienen ese sentimiento de abandono”, detalla.
En caso de persistir el problema, Mc Hardy recomienda consultar con un especialista. “Lo ideal es siempre tratar el tema con un médico veterinario. En este caso puntual, sugiero que sea con un etólogo, que es un veterinario especializado en comportamiento animal. Así que si la situación se mantiene en el tiempo, aconsejo que los vecinos acudan a ellos para abordar el problema de una forma mucho más específica”, concluye.
Clínica Veterinaria Municipal
Durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio, la Clínica Veterinaria Municipal (situada en Avenida Ranelagh, entre Milazzo y 45) atiende urgencias. “Por ejemplo, un animal atropellado, con lesiones y heridas, o descompensados; es decir, que hace varios días que no comen o no toman agua”, explica Mc Hardy.
Además, todos los días -de 8.00 a 20.00- se aplica la vacuna antirrábica, aunque “también se están realizando jornadas en distintas zonas, casa por casa”. En este sentido, el Director interino del establecimiento aclara que también se tratan accidentes y denuncias por mordeduras, para poder llevar adelante los controles antirrábicos correspondientes.
Asimismo, se informa que el resto de las prestaciones de la Clínica se encuentran suspendidas, excepto las castraciones (solo para el caso de perros en situación de calle). Dicho trabajo se coordina con proteccionistas, quienes recogen a los animales de la calle para que puedan cumplir con las condiciones pre y post quirúrgicas.