Tanto los medios hegemónicos como quienes se presentan como los defensores de la república, la ética y las instituciones, pusieron hoy el grito en el cielo ante una decisión que confirmó la Oficina Anticorrupción, para transmitir maliciosamente el mensaje de que ese organismo dejará de investigar cualquier hecho que involucre al kirchnerismo, y sobre todo, a la vicepresidenta Cristina Kirchner.
Tanto revuelo produjeron en las últimas horas, que el titular de la OA, Félix Crous, se vio obligado a salir a brindar explicaciones y cruzar a la oposición por las críticas infundadas que le lanzaron, en cuanto a los cambios en ese organismo y adelantó que no serán querellantes “del gobierno anterior ni en el actual”.
“Estamos haciendo lo que anunciamos que íbamos a hacer desde antes de asumir, reperfilando la oficina hacia una oficina que se dedica a la transparencia. No somos un organismo parajudicial ni parapolicial. Nuestra tarea es menos vistosa, menos marketinera, pero es la que debemos hacer”, aseveró en diálogo con El Destape Radio
Agregó que “esto es un asunto muy obvio para los que estamos interesados en la vida de la Oficina Anticorrupción, y tenemos suficientes años para saber cómo nació la Oficina y qué pasó después”.
“El rol de la Oficina se solapa con la fiscalía en la representación pública del Estado en los juicios, y siempre está cargada de una suspicacia acerca de si hay una querella demasiado enfática con los opositores y demasiado benévola con la fuerza por la que se ha designado. Esto es una tensión irreductible”, argumentó.
En la misma línea, explicó que en todas sus denuncias el organismo “nunca querelló a nadie, porque esa es la política de esta oficina” durante su gestión”. “No tenemos política de querellas, ahora lo materializamos”, señaló.
Asimismo, aclaró: “No somos una agencia de detectives sobre la corrupción. No tiene lógica que se dupliquen los esfuerzos del Estado”; y adelantó que decidieron “no querellar en el gobierno anterior ni en el actual”. “Vamos a seguir presentando denuncias cuando corresponda”, afirmó.
Su antecesora en el cargo, Laura Alonso, atacó con dureza la decisión, y desde su cuenta de Twitter sostuvo pomposamente que “la impunidad llegó para quedarse”.
Consultado por los dichos de la ex funcionaria respondió: “No voy a polemizar con ella. Sus declaraciones son slogan”. De todas maneras, indicó que cuando asumió en la Oficina se encontró “con un déficit general de la planta de personal, producto de la conducción anterior”. Y criticó que “algunos leen los diarios en lugar de leer las resoluciones. Son las reacciones habituales de una época espuria”.