Después de negociaciones fallidas y de un último pedido de prórroga rechazado por la Justicia, esta madrugada se inició finalmente el desalojo del predio tomado de Guernica, con la intervención de unos 4 mil efectivos de la Policía bonaerense, en medio de corridas, gritos, forcejeos, y pedradas.
Por su parte, en medio de un clima de alta tensión, y una vez concretado el desalojo, los uniformados respondieron con balas de goma y gases lacrimógenos.
Si bien el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, había pedido ayer una prórroga hasta el próximo lunes, en las primeras horas de este jueves los efectivos se apostaron en el terreno de 100 hectáreas esperando que amaneciera, y pasadas las 6 iniciaron el avance sobre las precarias casillas donde permanecían unas mil personas.
El juez de Garantías de Cañuelas , Martín Miguel Rizzo, rechazó el pedido, por lo que finalmente autorizó la intervención policial. “El predio está desalojado”, confirmó minutos después de las 8 el fiscal del caso, Juan Cruz Condomí Alcorta.
A esa hora casi no quedaban ocupantes del predio, pero se daban algunos enfrentamientos con la Policía en los alrededores. Hasta las 8 había, al menos, 45 detenidos por resistencia a la autoridad y usurpación, según confirmó el fiscal del caso, Juan Condomí Alcorta.
La toma era sostenida por un grupo de personas, en tanto que la mayoría ya se había retirado pacíficamente tras acordar con el Gobierno bonaerense, que pidió postergar el desalojo en varias oportunidades con el fin de buscar una solución pacífica. Según una estimación, más del 80 % de las personas que originalmente tomaron el predio para armar una vivienda precaria, acordaron retirarse pacíficamente.
El desalojo de los terrenos de Guernica provocó la inmediata reacción de partidos de izquierda, organizaciones sociales, piqueteras y de derechos humanos, que a partir de las 7 están llevando a cabo numerosos cortes simultáneos en el Puente Pueyrredón, la Autopista Buenos Aires-La Plata y el centro porteño.