Hipocresía de alto nivel: Larreta no fue a un acto a la Rosada para evitar cruzarse con Insfrán

Evidenciando una vez más el alto grado de hipocresía y el uso de la tristemente doble vara que prevalece en los referentes del macrismo, Horacio Rodríguez Larreta dejó plantado hoy a Alberto Fernández en un acto al que había sido invitado a la Casa Rosada. ¿El motivo? No cruzarse con el gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, quien está por estas horas en el ojo de la tormenta tras la represión de la policía provincial el viernes pasado.

El jefe de Gobierno de la Ciudad había sido invitado junto al resto de los gobernadores para firmar el “Acuerdo Federal para una Argentina Unida contra la violencia de género”, en el marco del Día de la Mujer que hoy se conmemora.

Desde el gobierno porteño explicaron que Larreta “decidió no asistir al acto en la Casa Rosada” porque “consideró que no es un día para compartir una actividad con el gobernador de Formosa”.

“Me solidarizo con todos los formoseños, y condeno enérgicamente lo que está ocurriendo en esa provincia. Lo que sucedió en estos días es consecuencia de muchos años avasallando las instituciones y que en muchas situaciones no se respeta la Constitución como la aduana interna que se estableció, y que impide a las personas la libre circulación”, dijo Larreta.

De esta manera, Larreta demostró su sumisión a lo que dicta Patricia Bullrich, como titular del PRO, quien viajó especialmente a tierras formoseñas para repudiar la violencia institucional en esa provincia, y convirtiendo a este tema como el nuevo caballito de batalla de las huestes macristas.

Y por supuesto, la ex funcionaria prefiere olvidar lo que fue la política de mano dura que ejerció ella al frente del ministerio de Seguridad durante los cuatro años de Mauricio Macri como presidente.

Mientras, en la Ciudad aclararon que Larreta “adhiere en el Día de la Mujer al compromiso para trabajar por una Argentina unida contra la violencia de género.

Al término del acto, la ministra de Mujeres, Elizabeth Gómez Alcorta, debió responder a la prensa por la invitación en un 8M a Insfrán, y al respecto aclaró que “la convocatoria fue abierta a todos los gobernadores y gobernadoras y al jefe de Gobierno de la ciudad”, explicando que “sería un absoluto sinsentido que no convocáramos a algún gobernador cuando el trabajo que tratamos de llevar adelante es que sea una política de Estado para erradicar y reducir las violencias por motivos de género”.

Y mientras Rodríguez Larreta ahora se rasga las vestiduras por la represión policial en Formosa, habría que refrescar la memoria del alcalde porteño, y recordarle, al menos, los últimos episodios de violencia institucional llevados a cabo por su Policía de la Ciudad.

Por ejemplo, el 21 de septiembre pasado, los efectivos de esa fuerza de seguridad reprimieron salvajemente a enfermeros y enfermeras de los hospitales públicos de la Ciudad de Buenos Aires que se habían movilizado para ser reconocidos como profesionales de la salud, y reclamar mejoras laborales y salariales en el Día de la Sanidad.

En tanto, después de varias marchas anticuarentena en las que los odiadores de siempre hasta agredieron a periodistas y móviles sin que apareciera ni un efectivo de la policía de la Ciudad, el 1 de agosto último reprimieron a familiares de Santiago Maldonado y a representantes de organismos de Derechos Humanos que recordaban el tercer aniversario de su muerte.

El enorme operativo policial desplegado, oportunidad en la que se detuvo a 13 personas, y la forma de actuar de la fuerza contrasta con lo sucedido a pocas cuadras, durante una marcha contra la reforma judicial propuesta por Alberto Fernández. Dichos manifestantes fueron escoltados por un pequeño número de uniformados que no intervinieron en ningún momento, mientras el aislamiento social, preventivo y obligatorio estaba vigente.

Otro tanto ocurrió en la interminable cola de miles de personas que no pudieron despedir a Diego Maradona mientras era velado en el Congreso, cuando de buenas a primeras la policía comenzó a reprimirlos.

Mientras, cíclicamente se registran episodios similares de la Policía de Larreta que no duda en atacar a feriantes de San Telmo o vendedores ambulantes.