Al igual que su jefe, el ex secretario privado de Mauricio Macri, Darío Nieto, se victimizó ante la Justicia, al asegurar que el objetivo de los querellantes en la causa por espionaje ilegal -entre quienes figura Cristina Kirchner- es “promover una verdadera cacería punitiva” por “el rol funcional y personal que tuvo y tiene” con el ex presidente, “con objetivos neta y meramente políticos”.
Así lo expresó la defensa de Nieto, en un escrito presentado ante la fiscal Cecilia Incardona al rebatir los argumentos de Carlos Beraldi, abogado de la vicepresidenta, quien pidió la ampliación de la indagatoria del ex secretario presidencial.
También pidieron la ampliación de la indagatoria de Nieto otros querellantes como Rafael Resnick Brenner, Jorge Chueco y el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal.
Beraldi había solicitado la indagatoria de Nieto -quien hasta ahora está con falta de mérito- debido a notas en su teléfono celular que dan cuenta de contactos de Macri con jueces, y porque se habrían falseado registros de entradas y salidas de la quinta de Olivos, según un informe que se entregó de manera editada y parcial a la fundación Poder Ciudadano.
Para la defensa de Nieto, esos mensajes o anotaciones no están agregados a la causa.
El abogado de Nieto, Gervasio Caviglione Fraga sostuvo que “una lectura desapasionada e imparcial de los hechos y las pruebas de esta causa permitirá descartar de plano lo peticionado por la querellante a través de su apoderado legal, en primer lugar, porque lo que dice que hay –presuntos mensajes o anotaciones en el teléfono celular de mi cliente- no surge agregado a la causa y el escrito no da cuenta de ninguna circunstancia vinculada a la investigación realizada en este expediente”.
Explica el letrado que en uno de los cuerpos de la causa se encuentra agregada la información de la extracción global del contenido de “lo hallado en el teléfono celular de Nieto (que incluye hasta la impropia incorporación y difusión de los datos personales del expresidente Mauricio Macri) y una atenta y minuciosa lectura del mismo permitirá descartar de plano la existencia de lo que el peticionante da por hecho. Las anotaciones a que alude no están en la causa”.
“¿Qué relación tienen las visitas recibidas en la residencia presidencial de Olivos, provincia de Buenos Aires, con la organización delictiva aquí pesquisada? ¿Se alude a algún espía o informe de inteligencia ilegal en ellas? ¿Resulta sospechoso que el Sr. Gustavo Arribas funcionario de la AFI y amigo personal del ex Presidente concurra a la residencia de Olivos? Claramente no y si se considerara lo contrario deberían darse razones claras, concretas y plausibles de ello y sobre todo de qué manera se conecta ello con lo aquí investigado”, dice el escrito.
“El estilo de sembrar dudas incompletas e inconsistentes con las evidencias que existen en la causa y con el objeto de la investigación de acuerdo a la imputación formulada a mi cliente, tiene por objeto invertir la carga de la prueba, para que sea el imputado (quien no tiene ninguna obligación de hacerlo) quien acredite en forma negativa los hechos supuestamente oscuros que la acusación privada no acredita y, simplemente, lucubra aunque de manera poco convincente y clara”, agregó.
Agrega el escrito: “Como la acusadora particular (en relación a Cristina Kirchner) percibe con claridad que no presenta ni acredita hechos ilícitos verosímiles respecto de mi cliente sugiere ampliar la pesquisa a su respecto para que investigue otros supuestos hechos ajenos a la imputación de origen que no guardan relación alguna con el objeto procesal de la causa y a los que llega no por la lectura del expediente sino como consecuencia de filtraciones ilegales”.
Indica que “se trata de una nueva y sencilla “excursión de pesca”, ilegítima y característica del inquisidor que nada delictuoso conoce, pero trata de inmiscuirse a todo trance en cualquier “dato” que encuentre para descubrir hechos o circunstancias útiles a su quimera”.
También se despegó de las maniobras de espionaje. “El Sr. Nieto no tuvo en sus manos jamás un informe de inteligencia legal o ilegal, ni conoció o trató de manera alguna en su vida a un agente orgánico o inorgánico de ninguna agencia de inteligencia estatal, y no hay en la causa ninguna prueba que diga lo contrario”.