“Mi única preocupación es cuidar la salud de los argentinos. Es lo único que me impulsa en las políticas que tomo. Que carguen en su conciencia los que actúan de otro modo”. Así, contundente, Alberto Fernández disparó –sin necesidad de nombrarlo- contra el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, férreo defensor del dictado de clases presenciales en momentos en que se multiplican los contagios durante la segunda ola de coronavirus, sobre todo en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano.
De manera contundente, pidió: “No hagamos política con la pandemia, que la pandemia tiene que ver con la vida y la salud de la gente, no con una elección”.
También el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, salió a responderle a Larreta, al señalar que “recurrir a la Justicia y cuando está fuera de jurisdicción es la peor de las respuestas”, por lo que “me parece repugnante que, de nuevo y de manera injusta, inadecuada y fuera de derecho se use a la Justicia para perjudicar a los que tienen que ser cuidados”. Para que no queden dudas, lanzó que “quienes manipulan la Justicia para que los beneficie políticamente” deberán hacerse responsables de lo acontecido.
Las palabras del presidente y del mandatario provincial se produjeron en el marco de los anuncios sobre la ampliación de la red sanitaria, que contará con una inversión de $ 10.155 millones para solventar las 134 nuevas obras e intervenciones que permitirán incorporar 1.415 nuevas camas, oportunidad en la que también se anunció un bono de $ 6.500 al personal de salud por el esfuerzo que están haciendo, durante los próximos tres meses.
En cuanto a la controversia judicial desatada en torno a la presencialidad de las clases en la Ciudad de Buenos Aires, Fernández recordó que en esa jurisdicción “sólo se vacunó al 14 % del personal de educación, por lo que está penúltima en el país”. Y agregó: “Vamos a seguir trabajando para conseguir vacunas que muchos utilizan de manera singular”
Al explicar científicamente y con detalle por qué decidió sumar nuevas restricciones (incluida la suspensión por 15 días de la presencialidad en el AMBA), el presidente enfatizó que “hemos aprendido que el contagio tiene que ver con la cantidad de gente que circula”.
Con la segunda ola de contagios de la pandemia en la cresta de la ola, salió al cruce del desafío de Rodríguez Larreta ante la suspensión de las clases presenciales: “Hemos sobrellevado la primera ola y hemos aprendido mucho, con dolor, porque decenas de miles de argentinos perdieron la vida. Y nos ocupamos de que esa experiencia no haya sido en vano. Por eso tomamos medidas restrictivas en el AMBA porque es el epicentro del contagio, y se ve agravada por otras cepas que tienen más virulencia a la hora de transmitirse”.
“Que el transporte público no respete las distancias, que la gente pueda aglomerarse es riesgoso. En virtud de esa experiencia tomamos esas decisiones. Todas nuestras decisiones son el resultado de ver lo que está pasando”, precisó.
“Quiero serles francos y agradecerles a todos los que se preservaron desde el viernes a la noche y se resguardaron. Se preservan ustedes y preservan a otros”, dijo el mandatario. Y agregó que “nadie” le va a cambiar esa idea.
Por su parte, Kicillof, quien se comunicó por videoconferencia desde su despacho, exteriorizó su “repugnancia” ante al fallo de la justicia porteña habilitando la presencialidad de las clases, y aseguró que “esto es absolutamente inaceptable. La Provincia no va a dejar que ocurra”.
Al respecto, agregó que “preferimos ser antipáticos con algunos, que ser absolutamente irresponsables y hacer política con la vida y la muerte”.
En esa línea, pero en una apelación al diálogo, refirió: “Enfrascarnos en discusiones y chicanas electorales no sirve para nada. Nos quieren ver actuar en unidad y sin caprichos a los que tenemos la responsabilidad de tomar decisiones para proteger a la ciudadanía”.
Relacionándolo con la decisión judicial de ayer, indicó: “Se usa para impedir que un decreto de necesidad y urgencia (DNU) cuide a quienes tiene que cuidar”.
“Los DNU son decisiones que están por encima de las jurisdicciones. Simplemente hemos seguido adelante sin chicanas, sin falsos principios sacados de la galera. Hay algunos que con la educación se pelearon toda la vida”, deslizó, en referencia al desinterés que esa área evidenció el macrismo primero, y Larreta posteriormente en la Ciudad.