Una investigación internacional confirmó lo que años atrás denunció la fiscala Gabriela Boquin en el expediente del concurso de acreedores del Correo Argentino: una sociedad off shore vinculada a Franco Macri adquirió a través del Meinl Bank de Austria, la deuda más grande que tenía la empresa, y por ese pacto la compañía del Grupo Macri obtuvo y presentó incluso ahora una mayoría de avales entre los acreedores privados en su intento para evitar la quiebra.
Sin informar a la Justicia argentina, el fallecido padre de Mauricio recurrió a una sociedad en el principado de Liechtenstein y al banco austríaco para comprar los créditos de sus dos principales acreedores privados en el concurso del Correo Argentino y alcanzar, así, la mayoría necesaria para sellar un acuerdo general, sin importar qué posición fijara el Estado nacional en ese expediente.
Pudo confirmarse que la operatoria secreta que se desarrolló en tándem con el Meinl Bank desde 2005, fue por decenas de millones de dólares.
Como quedó demostrado, se trata de un banco que actuaría como testaferro del grupo empresario de la familia Macri, que también fue denunciado por usar otras conformidades truchas ligadas al propio Correo.
Boquin denunció ya en 2016 la manipulación de las mayorías e hizo una advertencia específica sobre la aparición del Meinl Bank, que hoy en la antesala de una resolución de la jueza Marta Cirulli sobre el futuro de la empresa postal, tiene un papel central.
La fiscala planteó sus primeras sospechas sobre el Meinl Bank tiempo después del acuerdo de junio de 2016 entre el Correo y el Estado, en ese momento representado por el gobierno del propio Mauricio Macri, para licuarle la deuda a la empresa en un 98,87 %.
El caso de Correo Argentino es el “concurso de acreedores más largo de la historia de la justicia comercial, y todas sus alternativas no registran precedentes en el derecho argentino.
Correo Argentino, de las empresas del grupo Macri SOCMA y Sideco Americana, era una firma con ‘fin único’, cuya tarea era la explotación del servicio postal en Argentina. La extinción de la concesión debido a incumplimientos varios debió haber llevado a la firma residual a su liquidación o a su quiebra directa.
Sin embargo, el derrotero fue el concurso de acreedores que la familia Macri extendió en el tiempo de manera indefinida, acumulando deudas y en un proceso de vaciamiento para incrementarlas que Boquín oportunamente denunció ante la justicia federal.
Mientras tanto, en las últimas horas los Macri presentaron un nuevo escrito ante la Justicia en el que se comparan con el empresario patagónico Cristóbal López en el fuero comercial, y pidieron recibir el mismo trato “beneficioso” por la causa del Oil Combustibles que, según ellos, el Estado nacional le profesa al dueño del Grupo Indalo.
Con las firmas del presidente del Correo Argentino SA y uno de sus abogados, la familia del ex presidente sostiene que “la contradicción del Estado Nacional es evidente”, si se toma en cuenta lo que ocurre en dos expedientes que tramitan, incluso, en el mismo edificio del mismo fuero judicial.
Sin embargo, con Oil Combustible ocurrió todo lo contrario: fue intervenida judicialmente y liquidada en 7 meses, lo que representa un tiempo récord que ahora la Justicia comienza a investigar por su irregularidad, mientras que la causa Correo ya lleva más de 20 años.
Mientras en el expediente penal están documentadas no menos de seis propuestas de pago por su deuda a la AFIP en diversas modalidades, en el caso del Correo Argentino la cifra que se pretendía dejar de pagar por parte de los controlantes orilla los $ 70 mil millones. El principal temor de la familia Macri es que, si se declara la quiebra, con el cúmulo de irregularidades existentes, se la extienda a las controlantes, donde los hijos del exmandatario y sus hermanos son accionistas mayoritarios y responsables finales.
1 comentario
Ahora se quiere comparar con Cristóbal López, a quien él mismo persiguió…. sigue extorsionando.