Como de costumbre, es decir, antes de conocer el texto del proyecto, Juntos por el Cambio ya adelantó que se pronunciará a través de un “rotundo rechazo” a la iniciativa del Gobierno nacional que ingresaría en los próximos días al Congreso, con la que se busca fijar parámetros para administrar la pandemia.
“Antes de oponerse, que primero lean la ley”, reaccionó tajante el presidente Alberto Fernández antes de abordar el avión que lo trasladaría desde Lisboa a Madrid, en respuesta a la postura de la alianza opositora.
Mientras tanto, el Gobierno anunció que enviará en las próximas horas el proyecto que impulsa para establecer parámetros objetivos, medidas sanitarias y restricciones para combatir la pandemia de coronavirus. La novedad es que finalmente entrará por el Senado, donde el oficialismo cuenta con una amplia mayoría para aprobarlo sin cambios.
El objetivo apunta a establecer un semáforo epidemiológico en todo el país, y facultar a los poderes Ejecutivo de nación y estados provinciales a adoptar medidas en una situación excepcional como lo es la pandemia del coronavirus, en el marco de la segunda ola que estamos atravesando.
El rechazo fue dispuesto hoy por los principales referentes de la alianza opositora durante una reunión virtual, con el argumento de que rechazarán el otorgamiento de facultades extraordinarias a Alberto Fernández para tomar medidas en el contexto de la pandemia.
Antes de iniciar su gira por Europa, el presidente Alberto Fernández había ordenado acelerar el proyecto que busca blindar a través de una ley –tal como justamente lo venía reclamando la oposición- las restricciones dispuestas por decreto.
“No debemos avalar bajo ningún punto de vista mayores poderes que avasallen las autonomías provinciales y de la Ciudad”, coincidieron en el inicio Mario Negri (UCR), Cristian Ritondo (PRO) y Juan López (Coalición Cívica), los jefes de las bancadas en la Cámara baja.
En ese tramo remitieron al fallo de la Corte Suprema ante la presentación de la Ciudad para mantener las clases presenciales. Horacio Rodríguez Larreta apoyó la postura, y aludió al pronunciamiento del máximo Tribunal, en el que consignó que no se modificaría incluso con una ley sancionada.
El hecho es que a pesar de que la iniciativa todavía no había ingresado al Congreso al momento de la reunión virtual, de manera irresponsable los miembros de la mesa nacional de JxC descontaron que incluiría el pedido de facultades equivalentes a los DNU firmados por Alberto Fernández.
Días atrás, el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, había adelantado que el proyecto fijará parámetros para dividir los municipios o departamentos en cuatro grupos (bajo, medio, alto riesgo y alarma epidemiológica) para determinar las medidas frente a la pandemia. Como criterios se establecerían la cantidad de casos sobre 100 mil habitantes, el aumento en los últimos 14 días y la ocupación de camas de terapia intensiva.
Desde el Gobierno nacional le pidieron a la oposición acompañar la iniciativa. “Va a tener parámetros objetivos, algo que la oposición siempre le pidió al Ejecutivo. Son parámetros que están en el DNU y que siempre estuvieron, pero la oposición no suele leer las cosas”, agregaron.
“Nosotros, de esta forma, estamos convocando nuevamente a la oposición al diálogo político. La oposición tiene la posibilidad de sumarse y colaborar. ¿O solo firman comunicados oponiéndose a todo? El objetivo sigue siendo el cuidado de la salud y las medidas que recomiendan los expertos y el consejo federal de salud”, agregaron cerca del jefe del Estado.
El 21 de mayo (día en que vencerá el actual DNU) es la fecha establecida como límite por parte del Ejecutivo para presentar en la Cámara de Diputados lo que Fernández dijo que será “un proyecto para que, en función de criterios científicos claros y precisos, se faculte al Presidente de la Nación y a los gobernadores a tomar restricciones y medidas de cuidado durante esta situación excepcional”.
En uno de los informes que recibió Fernández respecto de las medidas que se toman en el resto de los países apareció el caso de Alemania, y la iniciativa que fue recientemente aprobada autoriza a la canciller Angela Merkel a quitar competencias a las provincias de ese país, para centralizar la gestión de la pandemia y poder tomar decisiones destinadas a combatir la pandemia de manera centralizada.
La ley que aprobó la Cámara alta del Parlamento de Alemania (Bundesrat) hace una semana, y que es denominada por los medios germanos como “freno de emergencia”, otorga al gobierno de la canciller Merkel más poderes para combatir una tercera ola del coronavirus.
La nueva ley alemana permite imponer toques de queda entre las 22 y las 5, así como límites en reuniones privadas, actividades deportivas y aperturas de comercios. Asimismo, las escuelas cerrarán y volverán a las clases virtuales si la incidencia del virus supera los 165 casos por cada 100.000 habitantes.
“Es la política quien debe tomar las decisiones y encontrar las respuestas al desafío que enfrentamos”, enfatizó el presidente al anticipar el envío de esta iniciativa, para hacer frente a la segunda ola de coronavirus.