Bien sabido es que Mauricio Macri recurre de manera compulsiva a la mentira. Y llega al extremo de hacerlo sin ninguna necesidad, pero evidentemente no puede con su genio.
En febrero, el ex presidente había anunciado que no se inocularía contra el coronavirus hasta que el último de los trabajadores esenciales recibiera la vacuna. Fiel a su estilo de no cumplir su palabra, hace tres semanas viajó a Estados Unidos por un congreso de la derecha latinoamericana, y se vacunó. En las últimas horas dijo que “pagó” por la dosis en una “farmacia de barrio” de Miami, cuando en ese país la vacuna es gratuita.
En una entrevista con CNN, Macri argumentó por qué decidió vacunarse en otro país: “Primero, se vacunaron todos los que tienen situación de riesgo en Argentina. Además, estando en Miami en la conferencia a la cual fui invitado por Lenín Moreno, me entero que en una farmacia de barrio en Coral Gables, a dos cuadras del hotel, se vacunaba”.
“Consideré que lo mínimo que podía hacer como un aporte era ir y pagar una vacuna en Estados Unidos para liberar a alguien en Argentina, porque van a pasar meses para que todos los argentinos se puedan vacunar”, replicó. “Lo vi desde ese lugar y nada invalida lo que dije”, manifestó Macri justificando su falta de la palabra.
¿Pero cómo, no la dan gratis a la vacuna en Miami? pic.twitter.com/QFblaFkRmy
— Lautaro Maislin (@LautaroMaislin) May 26, 2021
Lo llamativo es que el ex presidente dijo que “pagó” por una vacuna en Miami, en una farmacia local, cuando en realidad, tanto para turistas como para ciudadanos estadounidenses, la aplicación de la vacuna es gratuita. Así lo asegura el Gobierno norteamericano, en cuanto a que “la vacuna sin cargo a todas las personas que viven en los Estados Unidos, independientemente de su estado de inmigración o de su seguro de salud”.
Pero otra vez mintió. Si bien en Estados Unidos es fácil vacunarse porque sobran las dosis lo cierto es que el trámite es gratuito. No se puede comprar una vacuna, tal como lo explica el científico argentino Ernesto Resnik desde la ciudad estadounidense de Mineapolis, quien aclaró que en aquel país “no se vende, porque no hay mecanismo para comprar la vacuna”.
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