En una hábil jugada, y anticipándose a la avalancha de nuevas críticas del macrismo sobre el plan de vacunación contra el coronavirus, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, citó para el martes próximo a las comisiones de Salud y de Legislación General a los representantes de todos los laboratorios proveedores de vacunas, incluyendo a Pfizer, a fin de rendir cuentas acerca del cumplimiento de lo pactado.
De esta manera, el Gobierno busca terminar con toda la novela que se busca armar en torno a los contratos firmados o que se están negociando, además de la cantidad de dosis que se podrían entregar y en qué plazos. Además, esta jugada apunta a dejar cada vez con menos argumentos a una oposición que sólo coloca piedras en el camino, en la búsqueda de más muertos y el consecuente desánimo en la población, por mero interés electoral.
Según una resolución acordada entre los bloques del Frente de Todos y de Juntos por el Cambio, la convocatoria a las farmacéuticas es bajo apercibimiento de ley y correrá tanto para los que “fueren parte de contratos en curso de ejecución o que se encuentren bajo discusión en punto a la producción y provisión de vacunas con el Estado Nacional”.
Está claro que el objetivo de la convocatoria es desactivar los rumores, versiones y campañas opositoras que intentan desvirtuar las negociaciones que lleva adelante el Gobierno. Se anticipó que los representantes de los laboratorios deberán acudir a informar mecanismos de distribución, costos y cantidad de dosis comprometidas “bajo apercibimiento de ley”.
Poco antes de que se confirmara la convocatoria, el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en Diputados, Mario Negri, publicó un mensaje en el que buscó sembrar nuevas dudas: “Sería acertado que el Presidente de la Cámara baja cite a los laboratorios que proveen vacunas, incluyendo a Pfizer, y también al Gobierno a que brinden explicaciomes en la comisión de Salud. Los argentinos merecemos conocer toda la verdad”.
Además de los representantes de Pfizer, la convocatoria abarca a los de Sinopharm, Moderna, Johnson & Johnson y AstraZeneca, junto a los del Fondo Ruso de Inversión Directa, que provee la Sputnik V del Instituto Gamaleya.
Además de los obstáculos surgidos en torno a los contratos que todavía no se pudieron firmar, también buscan obtener explicaciones acerca de las demoras registradas en la provisión de dosis pactadas en los acuerdos, y cuándo estiman los laboratorios que se pondrán al día.
En Diputados aclaran que audiencias similares, a puertas cerradas, ya se hicieron en los parlamentos de Estados Unidos y de Brasil, por lo que no se trata de ninguna rareza.
En tanto, no se descarta que la ministra de Salud, Carla Vizzotti, concurra nuevamente al Congreso luego de que escuchen las explicaciones de los representantes de las firmas farmacéuticas.
Cuando se discutió la ley para la compra de vacunas, en octubre pasado, los laboratorios exigían confidencialidad en los contratos, prórroga de jurisdicción en los litigios y que el Estado se hiciera cargo de las indemnizaciones a las personas que pudieran sufrir efectos colaterales no deseados. Por unanimidad, se consensuó una cláusula en el artículo 4 que exceptuó las causas “originadas en maniobras fraudulentas, conductas maliciosas o negligencia”. Curiosamente, cuando se trató el proyecto en el recinto, algunos legisladores macristas lo cuestionaron, pero por considerarlo muy favorable a los laboratorios.
Todas las farmacéuticas aceptaron el marco legal argentino a excepción de Pfizer, que consideró que el término “negligencia” era muy amplio, y que podría generarles litigios. Ahora habrá que esperar si el representante de la firma que concurra el martes al Congreso ratifica que éste es el principal obstáculo para cerrar trato con Argentina, o si existen otras razones.