En medio de los fuertes cruces por las candidaturas tanto en la Ciudad como en la provincia de Buenos Aires, además de las disputas que ya se habían desatado en Córdoba y Santa Fe, los principales referentes de Juntos por el Cambio se reunieron con la idea de limar asperezas y demostrar que “la casa está en orden”.
Sin la presencia de Mauricio Macri –que seguramente por el horario en que se realizó el encuentro estaba en su confortable hogar disfrutando de alguna serie de Netflix-, en la cumbre cambiemita se dispuso crear una “mesa de trabajo” que tendrá dos objetivos: por un lado, fijar las reglas para los partidos que integran JxC ante el cierre de listas, con la idea de buscar listas de unidad y habilitar las PASO para dirimir candidaturas donde no se puedan conseguir. Por el otro, ampliar la alianza opositora.
A la reunión se arribó en un clima tenso, sobre todo después de que la presidenta del PRO, Patricia Bullrich, cruzara en público a la ex gobernadora María Eugenia Vidal por no definir su candidatura y planteara que debería presentarse en la provincia de Buenos Aires y no en la Ciudad.
También luego de que el intendente de Vicente López, Jorge Macri, considerara que es “casi caprichoso” que el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, tenga la idea de postular a su vicejefe Diego Santilli en territorio bonaerense. A eso se le suman las internas que ya se están jugando en Santa Fe y en Córdoba.
En una carrera contrarreloj, las figuras de Juntos por el Cambio necesitan llegar a un principio de acuerdo, teniendo en cuenta que el próximo 24 de julio es el límite en el calendario electoral para que las fuerzas políticas presenten sus candidatos para las elecciones legislativas que tendrán lugar entre septiembre y noviembre.
El lunes último, Larreta se juntó con Bullrich con el objetivo de poner sobre la mesa las ambiciones de ambos, y tratar de bajar el nivel de tensión que reinaba en el PRO como consecuencia de la disputa pública entre la ex ministra de Seguridad y Vidal.
Las dos dirigentes buscan su lugar en las próximas elecciones. Bullrich quiere encabezar la lista de diputados nacionales por la Ciudad de Buenos Aires, mientras que Vidal, todavía sin tener una definición tomada, apunta a ocupar el mismo lugar en la lista.
La cuestión es que si Bullrich no se mueve de su voluntad, terminará enfrentándose al Jefe de Gobierno porteño que ya tomó la decisión y dio señales públicas claras de que su candidata es la ex gobernadora bonaerense. Si no respalda a Vidal y cambia de parecer en el camino, terminaría perdiendo credibilidad y peso político en la toma de decisiones de la coalición.
En el encuentro de ayer, además de discutir sobre la situación en cada distrito justamente se resolvió que, para evitar que la sangre llegue al río, se conforme una mesa de trabajo que se ocupe de definir las reglas de funcionamiento hacia el cierre de listas.
Por ejemplo, el senador senador Martín Lousteau insistió en la necesidad de extender la coalición a otros partidos afines, y advirtió que, para ganar, la alianza debe ser lo más amplia posible en cada provincia. “Tenemos que mostrarle a la gente un rumbo económico posible, y para eso hay que hacer autocrítica de la propia gestión”, remarcó.
Tras el encuentro, el diputado Mario Negri planteó: “La de hoy fue una buena reunión de trabajo, en la que hicimos un diagnóstico de cómo estamos parados en todas las provincias. La conclusión central es fortalecer la unidad y tratar de ampliar la coalición para ganar las elecciones y proponer una alternativa de poder a los argentinos”.