Una vez más, las patronales de “el campo”, creyéndose los dueños del país, exteriorizaron su rechazo al llamado “cepo a la carne” anunciado ayer por el Gobierno nacional, y ya avisaron que, de no volver rápidamente a la exportación total de carnes, “se puede desatar un nuevo conflicto”.
Apenas terminados los anuncios de ayer, en el que se dispuso la reapertura de las exportaciones, pero con un cupo del 50 %, junto con la prohibición de la venta al exterior de una serie de cortes de consumo popular, distintas entidades vinculadas a la actividad rural empezaron a poner el pie en el acelerador, y lanzaron una clara señal de declaración bélica.
Así, productores de las principales regiones ganaderas del país comenzaron a organizarse por redes sociales con el objetivo de movilizarse en protesta contra la intención del Gobierno nacional de reducir a la mitad las exportaciones de carne vacuna.
La concentración principal se daría el próximo viernes 9 de julio en la localidad bonaerense de San Nicolás. La idea de los productores que se pusieron al frente de la movilización es sumar otros sectores económicos como comerciantes, empresarios y la ciudadanía en su conjunto, por lo que no se descarta una reedición de aquel slogan que se lanzó allá por 2008 durante el debate por la 125, “Todos somos el campo”.
También se habla entre los productores de organizar movilizaciones en otros puntos del interior del país, sobre todo en las provincias que más afectadas se ven por la medida como Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa, Entre Ríos y Corrientes.
En tanto, desde las cuatro entidades que integran la llamada Mesa de Enlace, coincidieron en que se reunirán con sus respectivas bases para evaluar las medidas a tomar como respuesta al nuevo escenario que se abre.
Carlos Iannizzotto, presidente de Coninagro comentó que “estamos en total desacuerdo con el decreto que establece una limitación del 50 %. Creemos que no es la solución, y una mala señal para el sector, sobre todo para los pequeños productores y el sector trabajador. Nadie puede dar garantía de que la carne tenga un precio accesible. Hay otras medidas más urgentes que están vinculadas al tema inflacionario, impositivas. Restringiendo las exportaciones se desalienta lo que se busca, que es exportar más”.
Con respecto a la reacción del campo, Iannizzotto manifestó que “seguro que el campo tendrá una respuesta, veremos lo que nos piden las bases”.
En tanto, Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) sostuvo que “tenemos el anuncio de este 50 %, pero no vamos a bajar los brazos. Vamos a trabajar en esta mesa donde se nos está proponiendo, inclusive el propio presidente dijo que si se estabilizan los precios y en 10-15 días eso se confirma, están dispuestos a habilitar el 100 % de las exportaciones, o sea, lo más urgente posible”.
Carlos Achetoni, presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), dijo que “nos queda hacer todo el trabajo para que en el menor tiempo posible se destrabe esta situación, se le dé una certidumbre al productor primario y se logre la estabilización de un mercado demandante. En el mercado interno, nosotros no podemos hacer mucho con el precio. Pedimos que se pongan todas las cartas sobre la mesa de todos los sectores y analicemos quién puede hacer un esfuerzo, porque hasta ahora el esfuerzo grande lo llevará el sector productivo por la baja del precio de la hacienda en pie”.
Por su parte, el recientemente elegido presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Nicolás Pino, se refirió a la conversación que mantuvieron con Alberto Fernández: “Le dijimos al presidente que cuando se cierran las exportaciones baja el precio para el productor, pero no en la góndola. Le explicamos que el precio de la mercadería en la heladera lo pone ‘Doña Rosa’ cuando admite pagar ese precio. Creemos que no es bueno porque perjudica a quienes representamos, que son los productores”.
Mientras, el ministro de Agricultura, Luis Basterra, aseguró que la restricciones al comercio exterior de carne se irán eliminando a medida que se estabilice el precio de ese producto en el mercado interno. “Las exportaciones para nosotros son muy importantes, pero más importante es la mesa de los argentinos”, puntualizó el funcionario.
El nuevo esquema para la exportación de carne vacuna se iniciará en los próximos 30 días, y tendrá como objetivo aumentar las 3,2 millones de toneladas de carne actuales a 5 millones de toneladas, a fin de asegurar el consumo interno.