Por Eduardo D’Argenio.- Aprovechamiento político ante la proximidad de las PASO; polémica inflada por el uso de la palabra inclusiva “todes” en la presentación del acto, al que llegaron a calificar como “circo” y “puesta en escena”; acusaciones por las cifras millonarias que se habrían pagado a los artistas que participaron, y lapidación en las redes a Laura Novoa, que condujo la ceremonia, como así también a Patricia Sosa y Lito Vitale.
Esas fueron tan sólo algunas de las reacciones que, motorizadas por el ejército de trolls macristas y replicadas cientos o miles de veces por ese público inerme que sigue con fidelidad a los postulados del odio, siguieron al emotivo acto en el que el Gobierno nacional rindió un homenaje a los muertos por Covid en el país.
Tanto fue así, que en las redes sociales el hashtag #27JRepudioTotal se convirtió en tendencia a nivel nacional, lo que resultó el espacio ideal para que los conocidos odiadores de siempre dieran rienda suelta a ese desprecio que los caracteriza.
Tan de manual son quienes arman y orquestan estas operaciones, que no resulta difícil imaginar que, de no haber existido una iniciativa de esta naturaleza, las críticas hubieran apuntado hacia la indiferencia de un Gobierno que no se acuerda de los muertos por el coronavirus…
Y en este contexto despiadado, inhumano y de desprecio, demás está decir que algunos de los “referentes” de la oposición aprovecharon la ceremonia que, encabezada por Alberto Fernández, tuvo como escenario el Centro Cultural Kirchner.
Por ejemplo, el jefe del interbloque de Juntos por el Cambio en la Cámara de Diputados, Mario Negri, disparó que “el gobierno ahora deberá preguntarse cuántas de esas muertes, y de las muchas más que habrá, pudieron y podrían evitarse de haber hecho lo que correspondía”.
Otro de los infaltables en el coro de odiadores seriales fue el diputado Fernando Iglesias, que como no podría ser de otra manera, también disparó con un burdo golpe bajo contra la ceremonia de ayer, a la que calificó de “uso necrófilo de los muertos por parte del peronismo”.
En esa misma línea, el legislador del PRO Waldo Wolff, escribió: “El homenaje era igualdad ante el acceso a las vacunas, sin hacer geopolítica ni propaganda. QEPD tantos”.
Mientras, para el diputado Luis Juez, lo de ayer ”fue una torpeza, una utilización del dolor ajeno para ver si se puede sacar algo. Fue de muy mal gusto, es una falta de respeto”, y que “si querés homenajear, traé vacunas, traé Pfizer que es la única probada en niños y armá un plan de vacunación serio”.
También la diputada de Juntos por el Cambio, María Luján Rey, cuestionó: “Este domingo de perversidad extrema deja claro que nunca van a incluir en su corto vocabulario la palabra PERDÓN”.
Por su parte, Florencia Arietto, ex asesora del Ministerio de Seguridad de Patricia Bullrich, fue otra de las voces críticas: “Me da mucha vergüenza como argentina que hagan este circo. Las víctimas y sus familias, que no están acá y ni siquiera saben sus nombres, no se merecen esta mierda”.
Sumándose a esta legión de quienes levantan su voz para apuntar contra todo lo que haga y diga el Gobierno, se sumó el conductor de El Trece, Ángel de Brito, quien se preguntó: “¿A quién se le ocurrió este papelón? ¿Cuánto nos salió a nuestros bolsillos?”.
Y mientras se aseguraba que Laura Novoa había cobrado medio millón de pesos por su rol de conductora, la actriz se encargó de desmentir esa malintencionada versión, y desde su cuenta de Instagram escribió: “Lamentablemente me veo en la situación de aclarar que la cifra que están diciendo que cobré por el mismo es absurda y totalmente alejada de la realidad”.
Agregó que “el pago se realiza a través de la Asociación Argentina de Actores en donde pueden constatarlo. Me duele que estén diciendo cosas que no son verdad, pero sobre todo me duele que algunas personas mientan sobre cuestiones tan sensibles que deberían unirnos a todes”.
En declaraciones radiales, sostuvo que solo recibió cerca de $ 50.000 por su aparición en ese acto. “Lo que me pagaron por la conducción del evento es el 10 % de lo que se está diciendo”, afirmó la actriz.
Queda claro que si hay algo que está provocando la masiva llegada de vacunas al país, es la exteriorización, con toda crudeza, del alto grado de cinismo e hipocresía que se refleja en cómo se exacerbó hasta los límites inimaginables de mínima tolerancia el despiadado bombardeo de los medios hegemónicos y de una oposición que, representada por el macrismo, no sólo invisibilizan esa realidad, sino que lograron instalar la idea de que “no hay vacunas, porque las robó el kirchnerismo para repartirlas entre sus amigos”.
Pero está claro que las buenas noticias sobre el arribo de millones de dosis, chocan contra las persistentes operaciones del establishment económico, mediático y judicial, desde donde se insiste con llevar adelante esta guerra para desgastar la gestión: ya sea a través de la desinformación, o bien, como lo hicieron con las marchas / movilizaciones / banderazos alentadas desde el macrismo.
En este contexto, la irresponsabilidad y mala fe de los Leuco, Majul, Lanata, Morales Solá y compañía ya es una constante, y se refriegan las manos junto al coro de voces que, como Bullrich, Carrió, Zuvic, Ocaña, Rubinstein o Fernando Iglesias, aparecen como los abanderados de la pureza, la ética y, por supuesto, el republicanismo, a pesar de haber mirado hacia otro lado cuando formaban parte de un gobierno que, entre otras cosas, dejó vencer millones de vacunas.