Todavía no transcurrió una semana desde la presentación oficial de las listas que competirán en las PASO, y repasando los virulentos cruces que se están dando entre las principales espadas de Juntos, está claro que no habrá manual de buenas costumbres que sirva para bajar los decibeles en las declaraciones de los principales precandidatos.
“No podemos ser buitres entre nosotros”, lanzó Patricia Bullrich, quien en su rol de presidenta del PRO está abocada a la redacción de una especie de instructivo o “código de ética” para empezar a ser distribuido desde este fin de semana entre los postulantes de la coalición opositora. “Tenemos que cuidarnos entre nosotros, así que hablaré con todos para que pongamos orden y consensos”, anunció la ex ministra de Seguridad.
“Vamos a poner límites concretos, un manual de convivencia, un reglamento de fútbol, como si fuera el fair play”, describió. Sin embargo, en los equipos de Facundo Manes y Diego Santilli, los dos protagonistas de la interna bonaerense, este manual es visto prácticamente como “una pavada”.
Justamente, con la necesidad de frenar los ataques cruzados desde uno y otro sector, el equipo de campaña del Pro hace lo imposible para unificar un discurso de campaña que les permita alejarse un poco del enfrentamiento interno. Unidad, moderación, valores republicanos, freno al kirchnerismo: según un documento interno, estos serían los grandes ejes comunicacionales en torno a los cuales se busca orientar a María Eugenia Vidal y Santilli en las contiendas de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires, respectivamente.
Por ejemplo, a lo largo de estos últimos días, Manes no paró de protagonizar chispazos con Elisa Carrió y las principales espadas del Pro, aunque desde el entorno de Santilli y Vidal (es decir, de Horacio Rodríguez Larreta) insistan en bajarle el tono.
“Espero que no se gasten los impuestos de los porteños en la campaña”, declaró Manes el lunes, menos de 48 horas después del cierre oficial de listas en la Provincia de Buenos Aires, y en el Pro todavía no se lo perdonan. Si bien su contrincante (y el objetivo del mensaje), Diego Santilli, respondió pidiendo “no le hagamos el caldo gordo al kirchnerismo, tenemos que tener una primaria sana”, otros dirigentes del espacio no se quedaron callados.
Por ejemplo, Cristian Ritondo le recriminó que “sembraba desconfianza en su propio espacio”; Luis Juez (precandidato por Córdoba) sostuvo que lo que había planteado era “funcional a lo que queremos enfrentar”; Luis Brandoni (precandidato por la Ciudad) aseguró que había cometido “una imprudencia” y que “le falta práctica política”. Elisa Carrió fue más allá y llegó a calificarlo de “mitómano”, entre otras cosas, por haber mencionado en una entrevista que ella le había ofrecido ser candidato a vicepresidente en el 2015.
Carrió ya agarró de punto al neurocientífico y ya lo critica a más no poder: “Dicen que son la nueva política, pero llevan en la lista a Jesús Cariglino y a Stolbizer”, se burló, apuntando contra uno de los temas que generó polémica al interior mismo del equipo de Manes.
Mientras el neurocientífico anticipa que su expectativa “es que discutamos el desarrollo, no cuestiones personales ni el pasado”, y que “no voy a atacar a nadie, porque estoy formado para sanar y ayudar”, Santilli le retrucó con que “no se puede hacer política mirando por el espejito retrovisor, no te va a ir bien así”.
Las idas y vueltas sumaron tensión, a tal punto que el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, acusó a Rodríguez Larreta de liderar una campaña sucia contra Manes. “Justo que convencemos a un radical desde siempre para que incursione en la política, se lo ataca. El problema es que, si hubiera ingresado en la política por el PRO, no hay problema, el tema es que ingresa por el radicalismo”.
Tras acusar al jefe de Gobierno porteño como “el único responsable de la campaña para desprestigiar a Manes”, directamente amenazó con partir la alianza con el PRO y la Coalición Cívica: “Rodríguez Larreta debería revisar su lógica de construcción política porque por este camino vamos a debilitar y a poner en riesgo a Juntos por el Cambio”.
Para que no queden dudas, y al hacer referencia a lo que él considera constantes ataques sobre Manes, Morales advirtió que “si esto sigue así, cuando se profundiza este camino, lo que hace es llevar a la ruptura, esperemos que esto no se dé”.
“Larreta se puso el traje [de candidato a presidente] antes de tiempo y se cree el dueño de JxC”, insistió, mientras dejó una fuerte ironía sobre Larreta al que trató de ser el “gordito del barrio que cuando lo sacan se lleva la pelota”. “No le gusta que lo pongan de arquero y se lleva la pelota”, remató.