Más allá del incesante fogoneo de los medios hegemónicos, el episodio de la foto en la quinta de Olivos explotado hasta el cansancio por el macrismo, en realidad no modificó sustancialmente en la intención de voto de la ciudadanía para las PASO que se realizarán dentro de tres semanas.
El análisis es que el electorado está muy dividido en la lógica de la grieta, lo que significa que ya tenía resuelto su voto para el oficialismo o la oposición, y que esa decisión no podrá ser modificada por una foto.
Según revela hoy El Destape, un consultor recibió el viernes los últimos datos de una encuesta en el Gran Buenos Aires que mostraba que, a lo sumo, el oficialismo podría perder un par de puntos en manos de la izquierda o de gente que no irá a votar a las primarias, pero no más. Eso dentro de un panorama general que le otorgaba un triunfo por un margen importante en la principal provincia, pero lejos de los porcentajes obtenidos en 2019, lo que deja el interrogante abierto sobre la cuenta a nivel nacional.
La intriga de los últimos días era conocer el impacto que tuvo en el electorado la imagen del cumpleaños en Olivos, la respuesta del presidente Alberto Fernández y el respaldo que le dio el Frente de Todos.
“Las encuestas no muestran un impacto en la intención de voto. La sociedad está muy polarizada y la gran mayoría ya tiene su decisión tomada de cara a las elecciones”, comentaba un importante funcionario en la Casa Rosada. Por otro lado, reconocía que en los focus groups aparecían respuestas antipolítica o de cierta apatía ante el comicio que puede derivar en una menor participación, pero que no estaba claro a quién podría beneficiar eso.
El Destape contactó a tres consultores que suelen hacer trabajos para el oficialismo que aceptaron compartir los datos de los sondeos concluidos esta semana, pero manteniendo la reserva de la fuente porque no se habían hecho para su difusión. “El viernes cerré una encuesta en el Gran Buenos Aires y no se percibe ninguna caída: tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio crecen respecto a la medición que hicimos en junio”, explicó la directora de una de esas consultoras.
En el GBA, que es donde se asienta buena parte de los votos del Frente de Todos, el oficialismo se impone por 17 puntos cuando se pregunta por partido, una diferencia que se reduce a 13 puntos cuando se pregunta por candidatos. Esto es porque la suma de los votantes de Diego Santilli y de Facundo Manes es mayor que quienes luego dicen que elegirán a Juntos por el Cambio. En esa lógica, si, como todo indica, Santilli derrota a Manes en las primarias, una parte de los votos del neurólogo radical luego se repartirán en otras opciones como José Luis Espert o Florencio Randazzo. La candidata del oficialismo, Victoria Tolosa Paz, todavía no es muy conocida.
Otra de las encuestadoras consultadas acababa de cerrar un sondeo en toda la provincia de Buenos Aires -no sólo del GBA- mientras que tenía otro de la Capital de la semana anterior, cuando el episodio de la foto todavía no había tomado tanta trascendencia. “El Frente de Todos crece entre los más humildes, pero sigue con un desempeño menor entre los jóvenes”, era uno de los análisis que surgían en la provincia de Buenos Aires. Lo mismo que Facundo Manes crece en el segmento de mayor nivel de instrucción y José Luis Espert tiene mejor promedio en el sector más joven.
En territorio bonaerense surgían dos escenarios. En las PASO, el Frente de Todos obtenía el 37,6 % contra la lista de Juntos de Santilli que sacaba el 26,7 % y la de Juntos de Manes el 7,3 %. Sumadas las dos boletas opositoras quedarían con el 34 %, a escasos 3,6 puntos del oficialismo, con un 9,2 % de indecisos. Pero, luego, cuando se consulta sobre las generales de noviembre, el Frente de Todos sube al 38,4 % de intención de voto mientras que Juntos desciende al 30,7 %, redondeando la diferencia de 8 puntos que hasta ahora vienen dando la mayoría de los encuestadores que recorren la Provincia.
En ese segundo escenario, Espert alcanzaba el 8,2 %, Florencio Randazzo el 6,1% mientras que la izquierda y el voto en blanco rondaban los 3,5 puntos. Los votos de Manes en las PASO permanecían un poco más de la mitad en Juntos, en tanto que el resto se repartía entre las demás fuerzas.