El Tribunal que juzga al detenido falso abogado y espía ilegal Marcelo D’Alessio y al suspendido fiscal de Mercedes, Juan Ignacio Bidone, por presunto intento de extorsión a un empresario en 2016, dará a conocer su veredicto mañana, al término de un juicio oral en el que la fiscalía pidió condenas para ambos.
Los jueces del Tribunal Oral Federal 2 Jorge Gorini, Rodrigo Giménez Uriburu y Enrique Signori iniciarán la audiencia a las 9 para escuchar la respuesta del fiscal Diego Luciani a planteos de nulidades formulados por las defensas, tras lo cual darán oportunidad a los acusados para decir sus últimas palabras, y tras un cuarto intermedio, se conocerá el veredicto.
D’Alessio y Bidone, además de los ex agentes de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) Claudio Álvarez y Rolando Barreiro, son juzgados desde el 8 de marzo último en una causa penal que investigó un supuesto intento de extorsión al despachante de Aduanas Gabriel Traficante para no involucrarlo en la llamada “mafia de los contenedores” y evitarle un “escrache mediático” en noviembre de 2016.
El empresario grabó una de sus conversaciones con D’Alessio y, luego, presentó una denuncia en los tribunales federales de Retiro.
El debate se realizó de manera virtual a raíz de la pandemia de Covid-19, y en el caso de D’Alessio lo siguió desde la cárcel de Ezeiza, donde está detenido con prisión preventiva por esta causa y la que lo investiga por espionaje ilegal en la justicia federal de Dolores.
En su alegato final el fiscal Luciani pidió condenar a 5 años de prisión a D’Alessio como autor de intento de extorsión a Traficante, a quien según la acusación reclamó dinero para desligarlo de la investigación penal por contrabando que se llevaba en el fuero penal económico.
En cuanto a Bidone, acusado de haber suministrado al falso abogado información sobre Traficante que obtuvo en su rol de fiscal, se pidió una condena a 4 años y 8 meses.
El ex titular de Delitos Complejos de Mercedes está procesado por intento de extorsión y abuso de autoridad.
Bidone tuvo a su cargo la investigación del llamado “triple crimen” de General Rodríguez, el caso de tres jóvenes empresarios asesinados en un hecho que se vinculó al tráfico de efedrina, y en ese marco conoció a D’Alessio y comenzó a intercambiar información.
“Se hicieron con la información que yo contaba con la excusa de que la analizarían, tomaron todo lo que le facilité y desaparecieron”, dijo en su declaración indagatoria en el juicio y sostuvo que D’Alessio “abusó” y usó esos datos con otros fines.
En su alegato final, el fiscal Luciani sostuvo que el accionar de Bidone “pulverizó la confianza que la ciudadanía deposita en los fiscales en una sociedad democrática”.
Para los ex agentes de la AFI considerados partícipes necesarios de la maniobra, Rolando Barreiro y Claudio Alvarez, hubo pedido de 4 años y 6 meses, y 3 años y 9 meses, respectivamente.
Luciani reclamó además la “inmediata detención” una vez que las condenas queden firmes en instancias de apelación.
Traficante, un ex despachante de Aduanas, denunció a D’Alessio a fines de 2016 por extorsión. Según dijo, el falso abogado, vecino suyo en el country Saint Thomas de Canning, le había pedido dinero para ayudarlo en la causa de la mafia de los contenedores, el escándalo que se había iniciado a comienzos de la gestión macrista con una denuncia contra el entonces jefe de la Aduana Juan José Gomez Centurión y que luego terminó metiendo preso al cuñado de Julio De Vido, Claudio Minnicelli.
Traficante dijo que D’Alessio le avisó que estaba imputado en esa causa que llevaba el juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky. Le explicó que era un agente de inteligencia y que tenía contactos con el poder judicial y los medios. Que podía ayudarlo, pago mediante. Como pruebas de lo que decía, le mostró un listado de llamadas entrantes y salientes que había hecho, y otros datos personales.
Esos datos, se sabría después, habían sido obtenidos gracias a un pedido con carácter de urgente que hizo formalmente el fiscal de Mercedes Juan Bidone en la causa del triple crimen de General Rodríguez, en base a un informe de inteligencia firmado por Claudio Álvarez, contactado a través de Barreiro –que ya se había alejado de la AFI-. Según Traficante, D’Alessio le advirtió que dos autos lo estaban siguiendo y que su nombre iba a salir en los medios si no pagaba.
“D´Alessio para ejercer la intimidación en el hecho enrostrado, se valió de información obtenida a través de una persona de nombre Gladys Fabiana Fernández y el conocimiento de información privilegiada de publicaciones periodísticas, valiéndose de una relación con el periodista de Clarín, Daniel Santoro, lo que también utilizaría para ejercer el engaño y la presión ilícita que afectara a Gabriel Traficante”, dice la acusación.