Por Eduardo D’Argenio.- En un verdadero compendio de frases hechas, promesas vacías de contenido o de imposible cumplimiento, y con la mentira como el factor al que recurre de manera compulsiva, Mauricio Macri anoche, frente a su obsecuente admirador Alfredo Leuco, fue más de lo mismo. O peor todavía, porque al recibir constantemente centros para lucirse y palabras de aprobación por parte de quien se autodefine como periodista, el ex presidente dio rienda suelta al cinismo que encierra una personalidad con un alto nivel de paranoia y psicopatía.
Como una especie de siniestro bonus-track, aprovechando la recta final camino hacia las PASO del 12 de septiembre, agrega, recargado, su habitual cuota de odio y desprecio que frase tras frase destila hacia el Gobierno. Y por si fuera poco, intenta mostrarse una vez más como un defensor de la Constitución, las leyes, la República, la ética y la honorabilidad, como si no hubiese sido el máximo responsable de la destrucción de las instituciones durante los cuatro años que estuvo a cargo del país junto al mejor equipo de los últimos 50 años…
“El kirchnerismo no tiene respeto por la democracia, y por lo tanto no hay futuro con ellos, que no querían que terminemos el Gobierno”, denunció, obviamente, sin la más mínima prueba que avale sus palabras. “No hay posibilidad de diálogo con el kirchnerismo, porque eso se hace con la Constitución arriba de la mesa, cualquiera que quiera sentarse a dialogar tiene que respetar los poderes, la libertad de expresión, la igualdad ante la ley”, dijo.
Durante el más que amistoso diálogo con Leuco por LN+, que transitó por el previsible camino de buscar realzar la devaluada imagen de Macri, el ex presidente mostró su esencia, al defender la evasión: aseguró que “para ganar plata hay que evadir impuestos”.
Al respecto, indicó que “nadie que pague todos los impuestos en Argentina puede tener un retorno sobre su capital”.
Y mientras confirmó su apoyo hacia la evasión impositiva, atacó a los empleados públicos, descalificando sus tareas. Tras sostener que su plan es “la generación de trabajo”, aclaró que “no tiene que ser en un trabajo estatal” porque es “trabajar sin hacer nada, sin tarea, de bajo sueldo que destruye la autoestima”.
En tanto, consideró que Juntos va a ganar esta elección y se va a consolidar en 2023. “Vamos a recuperar la cultura del trabajo. Tenemos que hacer las reformas iniciales desde el primer día”. No obstante, sostuvo que el futuro “va a ser diferente al 2015 y peor, porque el daño va a ser tremendo, se va a seguir profundizando porque no hay rumbo, no hay plan y hay una degradación diaria de los hechos y de la palabra”.
Sobre la figura de Cristina Kirchner, lanzó que “le está haciendo mucho daño al país”. En esta línea, recordó sus cuatro años de gobierno y sostuvo que la vicepresidenta siguió “controlando el poder” durante ese período. “Tenía la Cámara de Diputados, Senadores y gobernadores. Ante este fracaso que estamos sufriendo, la gente le va a retirar el apoyo y el peronismo se va a dar cuenta de que los llevó por un camino destructivo”.
Tras sostener que “el peronismo está secuestrado por el kirchnerismo”, Macri aclaró que, sin embargo, él no tiene un conflicto personal con la ex presidenta: “Puse todo mi tiempo en construir, algunos me acusan de naif, pero predico eso, no creo que uno esté en este mundo para dañar al otro”.
Por otra parte, cargó sobre la gestión del gobierno de Alberto Fernández contra el coronavirus: “Hoy no tendríamos 100 mil muertos si hubiésemos tenido todas las vacunas. Lo peor de todo es que los jóvenes se quieren ir del país. Es tremendo. Lo más importante que hay en este país es la familia. Qué sentido tiene dar esta batalla sin poder ver crecer a nuestros hijos”, se preguntó.
Y como si fuera poco, tuvo el tupé de plantear cómo habría gestionado la pandemia sin un ministerio de Salud. “La inmoralidad de habernos encerrado, jamás hubiese hecho este atropello a las libertades”, denunció.
“Habría hecho el camino de (el presidente de Uruguay, Luis) Lacalle Pou, que cada uno tenga conciencia de lo que está pasando, vamos viendo, equipar el sistema de salud”, expuso como si la cantidad de habitantes de Argentina fuera similar a la de Uruguay, y como si el mandatario del país vecino no hubiera cerrado las fronteras.
“No los encierro a meses de llegar a un pico de contagio, no los encierro destruyendo la vida social, cultural, psicológica…”, reclamó Macri, al tiempo que renovó un nuevo dato incontrastable como que “hay gente que se fue de los hospitales abandonando tratamientos”.
“La gente tenía tanto miedo… El miedo es un poder espantoso… Miedo de que pasara algo horrible”, expresó con fingida preocupación como si no fuera él quien le dijo al presidente Alberto Fernández “que se muera quien tiene que morirse” cuando apenas se inició la pandemia de coronavirus en nuestro país.
Mientras, y mostrando su mejor cara de pobrecita víctima, llegó al extremo de asegurar que “el nivel de persecución que he tenido en este año y medio es inédito”, en referencia a las causas en las que la Justicia lo investiga a él, a funcionarios de su gobierno, y a algunos miembros de su familia.
“El contrabando de Bolivia, la persecución en el Correo a mi familia. Zannini quebrando a la jueza de primera instancia e intentando quebrar a las camaristas para que rechacen el pago… Ha sido diario y hay cientos: las mesas judiciales o Cristóbal López que no paga los impuestos y ahora es una víctima de nuestro gobierno. Todo esto es de una gravedad absoluta”, enumeró.
Y no tuvo mejor idea que recurrir al ejemplo de la golpista boliviana Jeanine Áñez: “Le entregó el poder a Evo y la metieron presa sin ningún fundamento. Del mismo modo, ellos dicen todos los días que me quieren ver preso”.
Como ejemplo de la obsecuencia demostrada a lo largo de la falsa entrevista por parte de Leuco, y en una muestra de lo que fue una burda pregunta armada, el comunicador lanzó, sobre la señal de noticias LN+: “¿Es usted el dueño?”. Y la más que obvia respuesta de Macri fue: “Nadie vinculado a mí tiene acciones en el canal. Es una de las cosas que hizo el kirchnerismo, que montó una red de medios. Yo creo en la libertad de expresión y trato de tener relaciones con todo el periodismo independiente”.