A partir de este jueves, la Provincia de Buenos Aires dará el puntapié inicial en la vacunación de menores de edad sin comorbilidades. Según confirmó el ministerio de Salud, se procederá a inmunizar a los jóvenes de 17 años sin enfermedades previas, para que reciban la primera dosis de las dos vacunas autorizadas para esa franja etaria: las estadounidenses Moderna y Pfizer.
A diferencia de la Ciudad de Buenos Aires, donde se dispuso usar esas vacunas para segundas dosis, en el territorio bonaerense se prioriza tener a la mayor cantidad de gente vacunada, aunque sea con una dosis, al considerar que es una fuerte primera defensa ante el contagio.
Tanto el ministro porteño, Fernán Quirós, como su par bonaerense, Nicolás Kreplak, esperan tener vacunados con las dos dosis, antes del 7 de octubre, a la totalidad de los mayores de 18 años que quisieron y quieren vacunarse.
En la provincia de Buenos Aires ya tienen la aplicación inicial 11.200.000 mayores de 18. El cálculo de población hecho por el Indec es que los habitantes de esta jurisdicción mayores de 18 suman unos 13 millones, de manera que sólo un 13 % no quisieron vacunarse o por alguna otra razón no accedieron a las vacunas.
En tanto, la totalidad de los mayores bonaerenses tienen vacunación libre sin turno. Lo que se agregó ahora es que los mayores de 60 también tienen vacunación libre para la segunda dosis, siempre que se haya cumplido el plazo estipulado entre dosis.
Hasta ahora se venían aplicando dosis de Moderna a los adolescentes que tienen, por ejemplo, asma, diabetes o casos serios de obesidad. Durante la semana actual ya se le estará aplicando la segunda dosis a gran parte de esos jóvenes.
Por ahora no hay cantidad suficiente para avanzar a la franja de 16 sin enfermedades previas. El laboratorio Pfizer se comprometió a entregar otras 320.000 dosis antes de fin de mes, y un total de 19.500.000 antes de terminar el año. Todas irán para vacunar a menores, aunque no se descarta para nada que se termine aplicando una tercera a dosis a franjas de alto riesgo. En España, por ejemplo, se utilizan únicamente en los geriátricos.
En la Ciudad de Buenos Aires, mientras tanto, esa población en edad escolar deberá seguir esperando. La prioridad en esa jurisdicción, según las autoridades sanitarias, sigue siendo por el momento la de cubrir en adultos las segundas dosis de otras vacunas en falta. En este caso se trata de aquellos que recibieron AstraZeneca, tienen el plazo vencido y deben completar su esquema.
Otro argumento porteño es que la porción de vacunas de Pfizer que han llegado es una cifra reducida en términos absolutos, por lo que abrir ahora la “etapa adolescente” provocaría más expectativas de las que el stock disponible podría satisfacer.
La expectativa de la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, como así también de Kreplak y Quirós, es que la Anmat autorice el uso de Sinopharm en menores, lo que podría ser inminente. En ese caso se avanzaría con todos los rangos, desde los 3 hasta los 17 años ya en octubre, empezando por los de más edad.
De esta manera, si el plan sigue avanzando como está previsto, a principio de octubre estarán aplicadas las segundas dosis en los mayores de 18 y el resto del mes se reorientará a los menores. Se sabe que no transitan en forma grave la enfermedad, pero está claro que los chicos y adolescentes se mueven mucho y contagian. Por lo tanto, vacunar a esa franja, recorta las posibilidades de transmisión de virus.
El cálculo es que en octubre, ya dejado atrás el invierno, y con esos niveles de vacunación, se debería volver a altísimos niveles de normalidad, tal vez únicamente con la restricción de aforos en algunos lugares y eventos.