Desde el domingo fatídico de la derrota, el Frente de Todos comenzó a analizar distrito por distrito cuántos votos se perdieron y por qué. El gobernador Axel Kicillof y el jefe del bloque de Diputados del FdT, Máximo Kirchner, se pusieron al hombro el rediseño de la campaña para revertir el resultado de las PASO o, al menos, empatarlo con Juntos por el Cambio.
El primer factor que analizan es el ausentismo. En el caso de la provincia, el nivel de asistencia el 12 de septiembre fue del 68%: sobre un padrón de 12.740.804, sólo fueron a votar 8.434.037 bonaerenses. En las PASO de 2019, habían concurrido a sufragar 9.843.827. Es decir, 1,4 millón menos de electores entre ambas elecciones intermedias.
La interpretación que hacen en el comando del FdT es que muchos votantes históricos peronistas no concurrieron a esta elección porque están desencantados con el gobierno y/o porque no hubo un trabajo barrial como en otras elecciones para que concurrieran. Aquí hay un rol central de los intendentes para militar la boleta.
Ponen como ejemplo La Matanza, bastión peronista por excelencia, donde el FdT le ganó a Juntos con 290.492 votos, pero perdió a su vez 229,132 votos respecto de 2019.
No es el único caso, claro, ya que el oficialismo perdió votos en los 135 municipios de la provincia. Pero hay un dato demoledor: en 33 de esos distritos se perdió más del 50% de los votos que se habían sacado en 2019. Algunos casos son el de Quilmes, Moreno y Merlo.
La apuesta de La Cámpora, Kicillof y los intendentes es acortar al menos en 300 mil votos la diferencia con Juntos. El escrutinio provisorio terminó 3.149.989 (38% de los votos) para Diego Santilli y Facundo Manes, contra 2.789.022 votos de la boleta del FdT con Victoria Tolosa Paz a la cabeza.
Los cambios de gabinete que dispuso Kicillof el martes de esta semana también tendrán su efecto en la campaña. Y, según aventuran en el gobierno provincial, deberían derivar en un mayor involucramiento de los intendentes. Con la llegada del jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, y del ministro de Infraestructura, Leonardo Nardini, tienen a sus delegados y suman injerencia directa en el gabinete pero también esperan que sumen participación en la estrategia de campaña y que “militen más la boleta” en los barrios.
Kicillof sumó ayer a otro intendente más a su gabinete. Se trate del jefe comunal de Punta Indio, Hernán De Yzurieta, quien será el nuevo administrador de la Dirección de Vialidad, un organismo importante para los jefes comunales ya que se ocupa de las rutas, los caminos rurales y es la que está llevando adelante ahroa la obra más importante del gobierno provincial: la autovía de las rutas 11 y 56. Al mismo tiempo, por iniciativa de Insaurralde, se sumará al equipo el diputado provincial y ex intendente del Partido de La Costa, Juan Pablo De Jesús, el referente de más peso en la quinta sección electoral, siempre difícil para el peronismo.