A solo dos semanas de las elecciones legislativas, el Frente de Todos intentará revertir los números en la provincia de Buenos Aires. Sabe que no será fácil pero se trabaja intensamente, especialmente en el conurbano.
En las pasadas elecciones voto solo el 68% del padrón contra el 78% de hace dos años. Si se toma como ejemplo el municipio de San Martín, votaron unas 100.000 personas menos y ahí el peronismo sacó 75.000 votos menos. Este ejemplo se repitió en Merlo, Moreno y Tigre. En José C. Paz no fueron a votar unos 80 mil vecinos. En La Matanza, el distrito de mayor volumen electoral, dejaron de ir a votar más de 300.000 vecinos, y de ese volumen, el FdT perdió 187.000 votos en relación a 2019. El fenómeno se repitió en Lomas de Zamora, Almirante Brown, Quilmes y Avellaneda.
Cada intendente será responsable de su distrito y a ese trabajo, casa por casa, se sumará ver las necesidades que, básicamente son la inseguridad, calles no asfaltadas, el precio de los alimentos y la falta de trabajo.
La idea es puntear los padrones, registrar a los que no fueron. Acercarse, charlar, armar reuniones en los barrios y persuadirlos que, más allá del difícil momento que están pasando, un triunfo de Juntos traerá más pobreza y sufrimiento.
No solo los intendentes se pusieron la campaña sobre sus hombres, también el gobernador Axel Kicillof, los ministros nacionales y el propio presidente Alberto Fernandez en encuentros de cercanía.
El Programa de Precios cuidados es importante pero se sabe que no se percibirá en los próximos días, de allí que hay que hablar con cada vecino. Mostrar que se trabaja con seriedad para frenar la inflación que aniquila los ingresos familiares.
Otro de los temas claves para el 14 de noviembre es garantizar el traslado a los centros de votación. Habrá remise y autos particulares para acercar al vecino a votar. Aquí el convencimiento del militante es fundamental para explicar que cada ausencia en el cuarto oscuro beneficia al macrismo.
Esta claro que no se sabe si alcanzará con la mística y la militancia pero el peor resultado es no intentarlo. La consiga es simple: dejar un poco el iPhone y embarrarse los zapatos, estar al lado de que lo necesita. En el Frente de Todos creen que ante la amenaza del triunfo de Juntos, muchos bonaerenses que votaron hace dos años al FdT y que en las PASO se quedaron en sus casa, esta vez lo harán.