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La Plata
22 noviembre, 2024
PAÍS

El crimen de Lucas muestra la solidaridad, pero también las miserias de la política

Por Eduardo D’Argenio.- El crimen de Lucas González por policías de la Ciudad de Buenos Aires, vuelve a poner en un primer plano las implicancias políticas que inevitablemente rodean a un hecho de estas características, cuando intervienen efectivos de una fuerza de seguridad y ahí aparecen los comportamientos y reacciones que no hacen más que reflejar la solidaridad y las miserias de unos y otros.

“Acá está, esta es la única arma que usaba mi hijo”, expresaba anoche Cintia López, la mamá de Lucas durante la masiva marcha realizada frente al Palacio de Tribunales en reclamo de justicia y, emocionada, mostró unos botines de fútbol a la multitud que la escuchaba, oportunidad en la que pidió “prisión perpetua” para los tres policías que participaron del hecho porque “tiraron a matar”.

“Mi cara, mi ropa y mi barrio no son delito” fue la bandera que se convirtió en una auténtica declaración de principios por parte de los manifestantes. Y ahí el padre del joven asesinado fue terminante: “No queremos venganza, buscamos justicia”.

Los tres adolescentes agradecieron, a su turno, a todos los que llegaron a acompañarlos. Julián, que manejaba el Volkswagen Suran, entre sollozos lamentó la pérdida de su amigo, antes de preguntar: “¿Por qué los que tenían que protegernos nos atacaron?”. Joaquín dijo que veía en la gente que los acompañaba “la recompensa por mi amigo que ya no está”. Luego sostuvo que se iba a encargar de cumplir los sueños que Lucas no pudo concretar porque “¡se vive de los sueños!”.

El tercer joven, Niven Huanca, explicó: “Todos tenemos un sueño, el nuestro es jugar al fútbol para mantener a nuestras familias, y eso, no nos dejan hacer. ¡Por eso pedimos justicia por Lucas!”. Sus palabras fueron en sintonía con las del padre de Lucas, quien señaló: “Somos gente humilde, villera y trabajadora, todos somos buena gente, de Varela. ¡Aguante Varela!”, se le escuchó decir antes de los aplausos cerrados, y los cánticos que volvían a reclamar justicia.  

Transcurridos seis días del brutal homicidio, desde un primer momento quedó demostrado claramente cómo fue la reacción de la política ante el hecho. Por un lado, el presidente Alberto Fernández anunció que “pondremos todos los recursos del Estado a disposición, para poder llegar a la verdad y justicia”.

“Quiero expresar toda mi solidaridad con la familia de Lucas González. Mi compromiso con su madre Cintia y su padre Mario en este momento tan doloroso”, señaló el mandatario a través de su cuenta en Twitter.

Y además de las palabras, Fernández se comprometió a recibir a los padres de Lucas. Iban a reunirse en su despacho, pero el encuentro se suspendió tras la triste noticia del fallecimiento del adolescente.

Desde Presidencia, informaron que el mandatario se puso a disposición de la familia, y que el encuentro se reprogramará para más adelante.

Por su parte, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, publicó: “La muerte de Lucas es una pérdida irreparable y me siento profundamente dolido. Les hago llegar mi más sentido pésame a sus padres, familia y amigos”.

“Seremos inflexibles con los policías que actúen fuera de la ley”, sostuvo respecto a los policías que actuaron en su jurisdicción.

Sin embargo, y en una línea coherente con el pensamiento del PRO, Larreta no tomó contacto con la familia de Lucas, repitiendo así el proceder de la entonces gobernadora María Eugenia Vidal cuando en 2018 ni siquiera se comunicó por teléfono con las familias de Sandra Calamano y Rubén Rodríguez, vicedirectora y auxiliar de la escuela Nº 49, de Moreno, quienes murieron durante una explosión, a pesar de que haber denunciado en varias oportunidades que había una pérdida de gas en el establecimiento, pero la gestión Cambiemos desoyó los reclamos.

Pero el extremo estuvo dado por las nefastas expresiones de Patricia Bullrich, quien no dudó en salir a defender a los efectivos que dieron muerte a Lucas.

“La disponibilidad es una medida fuerte que genera cierta condición de culpabilidad, o presunción de una acción no correcta” aseguró la titular del PRO, que fue interrumpida por el periodista Luis Majul al consultarle si eso era correcto mientras avance la investigación. “No, no es correcto. Yo creo que no hay que pasar a disponibilidad a un policía cuando uno cree que actuó en cumplimiento de su deber”.

“¿Y se lo puede separar provisoriamente”? repreguntó Majul. “Yo creo que no. A un policía que actúa correctamente defendiendo a la ciudadanía no se lo puede pasar a disponibilidad porque el mensaje es muy malo. Yo no paso a disponibilidad a un policía si considero que está actuando de acuerdo a derecho y haciendo su tarea como policía”.

 

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