Bastó que Alberto Fernández señalara que “la Corte Suprema de Justicia tiene un problema de funcionamiento muy serio”, para que desde la oposición y los medios hegemónicos pusieran el grito en el cielo y, tal como lo hacen habitualmente, de manera corporativa salieron a criticar en las últimas horas con dureza al presidente por haberse atrevido a cuestionar al máximo tribunal.
Ayer, durante una entrevista con la AM 750, el mandatario consideró que, a su entender, “el servicio de Justicia funciona mal, no para una presidenta o un ministro, sino para los ciudadanos”.
Esta mañana, el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, sostuvo que le parece “muy grave el avance y el ataque del Gobierno a la Corte”. Así lo dijo al ser consultado sobre la convocatoria prevista para el 1 de febrero contra el máximo tribunal, y que cuenta con el aval del viceministro de Justicia, Martín Mena.
“Que participen de una marcha funcionarios nacionales pidiendo la renuncia de la Corte me parece gravísimo, y que el presidente lo avale me parece gravísimo”, enfatizó, al aludir a las declaraciones radiales que Fernández hizo tras el apoyo de Mena a la convocatoria.
Larreta fue tajante en su crítica hacia el oficialismo por su embestida contra la Corte, y dijo: “Creo que el principio de división de poderes es uno de los principios básicos de un sistema republicano, que es lo que dice nuestra Constitución, por eso me preocupa tanto esta situación”.
La posición del alcalde porteño está en línea con la expresada por algunos de los principales referentes de Juntos por el Cambio (JxC), como Mario Negri, Patricia Bullrich, Gerardo Morales y Juan Manuel López, quienes llamaron a defender la “división de poderes” y la “justicia independiente”.
Mientras tanto, el presidente había cuestionado que “la Corte sólo tuvo velocidad para actuar en algunos casos”, y puso como ejemplo “¿Cuánto tardó en aceptar un per saltum en el caso de Bruglia y Bertuzzi? El funcionamiento del máximo tribunal es llamativo, sin dudas”, insistió. Y dijo que “la Justicia parece ser un coto cerrado para la oposición; cada vez que uno habla de la Justicia, reaccionan de un modo increíble”.
Entre las críticas que mencionó Alberto, puso como ejemplo la situación judicial que enfrenta Milagro Sala, la activista social que está detenida en Jujuy hace ya seis años: “Hay algo que está funcionando mal, que hoy siga bajo prisión, es que hay algo que está funcionando mal”.
Y agregó: “Quiero ser respetuoso de las instituciones, pero también soy un hombre que respeta el estado de derecho y que entiende que la Justicia es uno de los tres poderes de la República”.
En tanto, enfatizó que “desde el momento en que el gobierno de Macri propuso nombrar en comisión a dos jueces de la Corte, empezó a degradarse la credibilidad. Cuando uno mira el funcionamiento actual, el tema es muy preocupante”.
Además, defendió su intención de promover un debate sobre el estado de situación de la Justicia: “Lo que yo proponía nada tiene que ver con Cristina (Kirchner). La Corte Suprema jamás trató una queja de las 14 que Cristina presentó, jamás. Cuando la justicia funciona mal, no es que funciona mal para un ex presidente o ex ministro, funciona mal para los ciudadanos. Cuando los despiden y hacen un juicio, si la Justicia no funciona bien, pierden. El problema de la Justicia es muy agudo y por eso hay que asumirlo, para que funcione como lo que es, un servicio”.
Por otra parte, Fernández rechazó también los argumentos esgrimidos por la ex gobernadora María Eugenia Vidal sobre la reunión donde un ministro suyo habló de crear una “Gestapo” para perseguir sindicalistas, y dijo que “es un delito utilizar la maquinaria del Estado para volcarla en perjuicio de una persona y construir las razones para poder detenerla”.
Al respecto, señaló que “es muy preocupante que haya mandado a un ministro y a un intendente a reunirse con agentes de inteligencia y empresarios para inventar la manera de meter preso a un sindicalista”, y que, si para Vidal “eso es una acción institucional, yo me rindo”.