Indignados por el discurso de Alberto, los macristas se abroquelan para profundizar sus ataques al Gobierno

Tras su huida en masa del Congreso durante la Asamblea Legislativa, porque supuestamente se sintieron agraviados por las críticas del presidente Alberto Fernández, legisladores del PRO, más algunos de los principales referentes de ese espacio, se juntaron en la casa de Mauricio Macri para seguir destilando odio, planificar los próximos pasos en la estrategia que más conocen -poner piedras en el camino- y despotricar contra el acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

Para colmo, tras esa burda puesta en escena que al mismo tiempo desnudó las diferencias internas entre los socios de Juntos por el Cambio, los macristas tuvieron el tupé de advertir que el entendimiento con el organismo financiero “es una bomba de tiempo que le va a explotar en la cara al próximo gobierno”.

De la cumbre en la residencia del ex presidente participaron el Jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quien también abandonó el Congreso cuando ayer el jefe de Estado criticó a Macri por la monumental deuda que contrajo con el FMI en 2018, la titular de Pro, Patricia Bullrich y, entre otros, los diputados Cristian Ritondo, María Eugenia Vidal, Diego Santilli y Gerardo Milman.

Pudo saberse que los principales exponentes de la reunión fueron el ex ministro de Hacienda, Hernán Lacunza, y el diputado Luciano Laspina, quienes analizaron las implicancias técnicas del pacto que anunció el Gobierno con el Fondo. Por su parte, Guido Sandleris, ex titular del Banco Central (BCRA), participó vía Zoom del cónclave de Pro.

Tras la presentación de Lacunza, Sandleris y Laspina, asesor económico de Larreta y Vidal, los jefes de Pro coincidieron en que el convenio eximiría al Frente de Todos de encarar cuatro reformas estructurales: la laboral, la impositiva, la previsional y la cambiaria. Y que no permitiría “crear puestos de trabajo” ni atraer inversiones ni eliminar las “trabas a las exportaciones”. “El acuerdo es pésimo”, apuntó uno de los legisladores de Pro que asistieron a la cumbre.

Por eso mismo, la decisión política del macrismo es “salir” a alertar sobre las consecuencias del convenio que cerró la Casa Rosada con el FMI. Ven “improvisación” de la gestión de Fernández para manejar un asunto neurálgico para el futuro de la economía, como la negociación por la deuda. Y aseguran que la propuesta del presidente no cuenta con consenso interno ni muestra consistencia técnica para cumplir las metas pactadas con el Fondo.

En ese sentido, durante el encuentro se sostuvo que “el plan” de Fernández es “sostener” el modelo económico del kirchnerismo hasta diciembre de 2023. “Vamos a salir a plantear con claridad lo que están firmando. Dicen que no van a cambiar nada y tiran todo para el 2025 o 2026. La única intención es dejar un petardo a punto de explotar”, señalan desde la cúpula de Pro.

Respecto de la táctica legislativa, las autoridades del macrismo coincidieron en que la responsabilidad de conseguir el quorum y los votos para aprobar el trato y evitar el default es del oficialismo. Entienden que el Frente de Todos tiene los números para sesionar y sancionar el aval al memorándum con el FMI si lograr cohesionar a su bloque.

Durante su alocución, Fernández no solo criticó a Macri por haber contraído una deuda por 44.500 millones de dólares, sino que también insistió en que la Justicia debe investigar a la gestión de Cambiemos por el préstamo. “Los argentinos y las argentinas tienen el derecho a saber cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables de tanto desatino”, aseguró.

El próximo paso en esta estrategia que sólo mira a las elecciones de 2023, apuntará a que Macri, Larreta, Bullrich y Ritondo puedan explicitar su postura ante las autoridades de la UCR y la Coalición Cívica, quienes vienen sosteniendo que lo mejor es acompañar al Gobierno en la negociación con el FMI para evitar el default y que se agudice la crisis económica.

“El acuerdo es explosivo para la Argentina que viene. No pueden hablar de consenso y después pegarte un cachetazo”, lanzó uno de los referentes parlamentarios de Pro.

La intención del macrismo es preservar la unidad de Juntos por el Cambio, pero ya nadie descarta que los bloques de la coalición opositora expongan sus diferencias a la hora de votar en el Congreso el aval al pacto con el Fondo. “La idea es que votemos de la forma más uniforme posible, pero la Coalición Cívica y el sector de la UCR que responde a Morales están regalados”, dice una espada legislativa de Pro.

El hecho es que ayer esas desinteligencias quedaron expuestas cuando los legisladores del PRO abandonaron el recinto, pero no así el resto de las bancadas que forman parte de la alianza opositora, como la UCR, CC, Evolución, Encuentro Federal, Ricardo López Murphy y Luis Juez (JxC), Consenso Federal y la Libertad Avanza, quienes permanecieron sentados en sus bancas.