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24 noviembre, 2024
PAÍS

En una declaración de guerra, los dueños de “el campo” agitan protestas, marchas y hasta el cese de comercialización de productos

“Nosotros estamos de rodillas, ¿cuándo nos vamos a levantar? ¡Saquemos al país de esta catástrofe y desgracia!”. Esta fue una de las apocalípticas frases que, como una especie de declaración de guerra, lanzaron productores agropecuarios el último fin de semana durante una asamblea en la localidad de San Pedro, y que de hecho fue el punto de partida para que quienes se consideran los dueños de “el campo” convoquen a un cese de comercialización de productos del sector y marchar hacia los centros urbanos, como la ciudad de Buenos Aires, Córdoba y Rosario.

Tal como lo vienen advirtiendo, están molestos por una posible suba de retenciones a la harina y el aceite de soja que se suma al malestar por otras medidas dispuestas por el Gobierno nacional, como la creación de fideicomisos que, argumentan, terminan afectando su actividad.

Paralelamente, productores “autoconvocados” se movilizan desde hace una semana por Santa Fe y Córdoba alentando distintas formas de protestas, que incluye hasta una “marcha federal” con acto frente a la Casa Rosada, aunque todavía sin fecha precisa.

Al mismo tiempo, los dirigentes de las sociedades patronales agrupadas en la Mesa de Enlace instaron a sus representantes en el Congreso -esencialmente legisladores de Juntos por el Cambio – para que los convoquen al Parlamento a expresar su disgusto.

La clave está en segmentar el alcance de la medida, de modo que los pequeños y medianos productores se vean más seducidos por los reintegros estatales que por la protesta que alienta el complejo agroexportador. En sentido contrario, el acuerdo con la cúpula oligopólica -como ocurrió con el fideicomiso del aceite, que administra la industria en perjuicio de los pequeños productores- implicaría un estímulo adicional a la protesta para los ruralistas que se mueven por su odio al peronismo.

Mientras, el ministro de Agroindustria, Julián Domínguez, aclaró que la suba de retenciones “no afectará a los productores”, y explicó que apenas “11 empresas exportadoras” de harina y aceite de soja estarán alcanzadas por la medida.

De esas once empresas, solo nueve representaron el 80 % de las exportaciones de granos y derivados en 2021. De esa élite, cinco son estadounidenses (ADM, Bunge, Cargill, Glencore y Louis Dreyfus), una china (Cofco) y tres “nacionales” (Aceitera General Deheza, ACA y la división agro de Pérez Companc, Molinos Río de la Plata en el mercado interno y Molinos Agro para la exportación).

Ese oligopolio se distribuyó la autorización de exportar 14 de las 22 millones de toneladas de la cosecha récord del año pasado. Según esos números, debieran haber quedado disponibles 8 millones para cubrir el mercado interno, que demanda entre 600 mil y 650 mil toneladas de trigo por mes. La ecuación indica que debiera sobrar trigo para la demanda doméstica a precios “argentinos”, pero el oligopolio hace valer su posición de poder, remarcando la bolsa de harina a valores internacionales.

Para dimensionar mejor el cariz ideológico de este malestar de “el campo”, en la asamblea de San Pedro fue ovacionado el diputado nacional Javier Milei, de La Libertad Avanza, que hizo duras críticas al Gobierno y señaló ante los productores: “Me voy a comprometer a acompañarlos en esta batalla, porque no es solo una batalla por los derechos de propiedad; es una batalla por la libertad. Por la libertad vamos a terminar con un sistema totalitario”.

En el sector se quejaron por ser señalados como los “culpables” del aumento de los precios de los alimentos en la Argentina y, en ese sentido, cuestionaron al Gobierno por la presión tributaria. “Una vez más nos sentimos perseguidos, somos considerados como los malos de la película porque dicen que el pueblo no puede comer por nuestra culpa, siendo que, por ejemplo, cuando una persona compra un paquete de fideos, el 31% de lo que paga son impuestos”, apuntó Alberto Del Solar Dorrego, presidente de la Sociedad Rural de Rojas.

“Los productores vivimos un estado de ebullición, preocupación y bronca ante la falta de reglas claras. Hoy tenemos un escenario muy difícil, con actitudes cambiantes de los distintos sectores del gobierno”, dijo Horacio Salaverri, presidente de Carbap. En este contexto, para el dirigente, el sector debe manifestar esa preocupación en las bases y los distritos. En rigor, hablar en las comunas, con los intendentes, concejales.

Los dirigentes les pidieron a los productores que los acompañen, aumenten su nivel de participación y que tomen un rol más activo. “Sin sacrificio no hay beneficio”, remarcó en ese sentido Jorge Josifovich, presidente de la Sociedad Rural de Pergamino. “El productor agropecuario, empresario y todo el sector privado debe saber que hay que sacrificar beneficios propios y comodidad para que esto pueda salir adelante”, agregó.

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2 Comentarios

FRANCIS 21 marzo, 2022 at 1:46 pm

Segui habalandoles con el corazon Alberto , igual que con Vicentin . Y encima vas a privatizar el manejo de la Hidrovia .

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