Alberto Fernández y Cristina Kirchner definieron en las últimas horas las medidas para fortalecer las reservas del Banco Central y hacer frente a las salvajes maniobras especulativas de los mercados financieros de la semana pasada, que llevaron el dólar blue a niveles récord, con un valor de $ 338, mientras que el Riesgo país rozó los 2.900 puntos.
Según acordaron ayer durante una reunión reservada en la Quinta de Olivos, el Gobierno impulsará la puesta en marcha de incentivos que apuntarán a que el sector agrícola liquide unos 3.000 millones de dólares extra hasta fines de agosto, con lo que esperan compensar las divisas necesarias para cubrir las importaciones de gas que aún restan para los próximos dos meses.
A partir de septiembre, ese gasto ya no estará y para el año que viene, es el gran objetivo, se terminará de construir el gasoducto para Vaca Muerta que garantizará el autoabastecimiento y el consecuente fortalecimiento de las reservas.
Por otra parte, también habría quedado resuelto un cambio de ministros que, era muy probable, incluyera la incorporación del presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, como jefe de gabinete.
“Monetarias y cambiarias”, definió un funcionario cercano al presidente las medidas que podrían conocerse en las próximas horas o días, tras lo que aseguró que tendrán el “mismo ritmo e intensidad” que vienen teniendo los últimos anuncios del Ejecutivo.
Por ahora, parece haber quedado a un lado la idea del anuncio con mensaje grabado que desde sectores del propio Gobierno se daba por seguro para este domingo, pero tampoco se descarta esa alternativa.
Al mismo tiempo, con la ministra de Economía Silvina Batakis en Washington, adonde viajó para llevar adelante una serie de reuniones, la posibilidad de un mensaje antes de la nueva apertura de los mercados parece cada vez más improbable.
El Presidente y la vice se encontraron ayer durante un almuerzo a solas, después de algunos días de conversaciones telefónicas. “Hablan mucho y la relación es buena”, aseguraban cerca del Alberto. Además, a diferencia de lo que ocurría hasta la salida de Martín Guzmán, Cristina ahora está al tanto de todos los pasos que da el Gobierno y mantiene un trato casi diario con Batakis.
El gabinete económico venía trabajando en algunas propuestas para decidir al sector agropecuario a liquidar sus exportaciones. De acuerdo a los datos que manejan en el ministerio de Agricultura y Ganadería que encabeza Julián Domínguez, todavía quedan 22 millones de toneladas de soja pendientes de liquidación.
Alberto y Cristina definieron que habrá dos sistemas de liquidación distintos: uno para productores, y otro para las grandes cerealeras. El objetivo es que esa modalidad se mantenga hasta el 30 de agosto, y con la que esperan sumar 3.000 millones de dólares a las reservas del Banco Central.
El otro punto que dejaron resuelto en el encuentro que mantuvieron en Olivos fueron los cambios de gabinete, cuyo detalle mantuvieron en reserva. Todo indicaba que Massa, finalmente, asumirá como jefe de gabinete, algo que ya había quedado planteado aquel mismo fin de semana que se definió el cambio de Batakis por Guzmán.
En caso de confirmarse, todo indica que el actual jefe de gabinete, Juan Manzur, pasará al ministerio del Interior, un cargo más acorde a la función que asumió, que principalmente apuntó a la relación con los gobernadores e intendentes.
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