Finalmente, el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) aprobó la revisión del último trimestre del año pasado, por lo que de inmediato liberará 5.200 millones de dólares que ingresarán al Banco Central.
Pudo saberse que una parte se destinará para el pago de deuda con el organismo, pero otra quedará para reforzar las reservas, en un año muy delicado por la caída brutal de divisas como consecuencia de la prolongada sequía que golpea fuerte al campo.
Fuentes al tanto de las negociaciones revelaron, además, que el ministro de Economía, Sergio Massa, logró destrabar una discusión que le metió presión a una revisión que venía bastante encaminada, como era la moratoria previsional que recientemente el Congreso convirtió en ley.
El hecho es que Massa logró que el FMI acepte ese mecanismo, una bandera del ministro y de la titular de la Anses, Fernanda Raverta.
Asimismo, con este acuerdo, se logró una modificación sustancial en la meta de reservas del Banco Central para 2023 como consecuencia de la grave sequía.
En cuanto a las modificaciones sobre las metas de reservas, se prevé que alcancen tanto a los números trimestrales como anuales.
La emergencia por modificar esa meta tenía que ver con el efecto de la sequía producto de la falta de lluvias en la generación de divisas. Como el campo no puede liquidar, se espera una fuerte retracción de la recaudación en concepto de derechos de exportación.
Por esto mismo, y ya con el camino despejado, ahora el presidente Alberto Fernández estará en condiciones de reglamentar la flamante norma, para que entre en vigencia.
El entendimiento al que se arribó, demandó dos reuniones de Massa con Kristalina Giorgieva, directora gerente del organismo, tres con su segunda, Gita Gopinath, y más de 140 horas de reuniones vía zoom con el staff técnico del Fondo.