El 29 de octubre de 1929, conocido como el viernes negro por el derrumbe de la bolsa de Nueva York inauguró la crisis mundial económica más importante del siglo pasado. El país sufrió, al igual que todo el continente americano, la crisis económica. Los países industrializados tomaron severas medidas proteccionistas que cobraron efecto sobre nuestro comercio exterior, constituido en su casi exclusividad por materia prima de origen agrícola-ganadero. La devaluación de nuestra moneda fue la evidencia más clara de una crisis que trajo inflación, hambre, enfermedades, miseria, negociados políticos y suicidio de intelectuales. Será bautizada como la ‘Década Infame’.
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